Como el Ave Fénix la hermandad de Coronación de Los Molinos ha resurgido y lo ha hecho con fuerza, para procesionar por el centro y pasar por carrera oficial, algo que este año es toda una novedad.
Realizaron su salida en la tarde de ayer, Martes Santo, por primera vez desde el patio de La Salle, como tenían pendiente antes del parón por la pandemia de coronavirus, como manifestó su hermana mayor, Estefanía Cano, en orden y muy sincronizados.
Esta hermandad, debido a su situación en la Semana Santa de 2019 no se desplazó al centro de la ciudad y solamente hizo el recorrido por su barrio, y después llegaron los dos años de pandemia en los que no procesionó ninguna hermandad. Así que todo el desfile de ayer era todo un reto para los cofrades de Los Molinos y para los propios vecinos que los arroparon y apoyaron en gran número, como han hecho durante todos estos años.
Organización
Antes de la salida a la calle desde el patio de La Salle el cortejo se fue conformando poco a poco con el apoyo de una gran cofrade como es María del Mar Marín, hermana mayor del Prendimiento, que estuvo en todo momento pendiente de la salida del cortejo a la calle. Así se trabaja por la Semana Santa: chapó.
Mientras salía a la calle la nueva cruz guía que estrenaban este año, los capataces ultimaban los consejos a los costaleros antes de introducirse en los pasos que estaban protegidos por una carpa.
Nada más aparecer en la calle Altamira el Señor de Humildad y Paciencia se desbordaron las emociones contenidas después de tanto tiempo y aún más cuando la Señora de Los Molinos irrumpía en la calle: su barrio estaba con ellos y no lo dejarían hasta el regreso al templo.
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