Pueden ser mojados en chocolate o en café con leche. Rebozados en azúcar o puros, recién salidos del aceite hirviendo. Ya sea para desayunar o merendar (o para comer algo después de una noche intensa), lo cierto es que los churros son ese imprescindible gastronómico con el que no siempre es fácil acertar.
Así, cada cual tendrá su selección hecha en base a la tradición o la comodidad. Y opciones en Almería no faltan, desde luego. En estas líneas, daremos un paseo por los rincones de la ciudad de churrería en churrería. No están todas las que son ni son todas las que están, pero ahora solo podemos pensar en una cosa: probar churros.
A los pies de la Alcazaba
En un paseo turístico por las callejuelas que vieron nacer a Almería o para sus vecinos de toda la vida, la zona del Reducto y la Plaza Pavía ofrece tres deliciosas opciones para deleitarse con churros a primera hora de la mañana.
En la propia Plaza Pavía, para empezar, uno de los kioscos que acompañan al popular mercado de este rincón de la capital ofrece churros cada mañana. Y no muy lejos, en la calle Andrés Casinello, se encuentra la churrería de Plácido (antes de Paquita), otro imprescindible del barrio.
Y para imprescindible (y con unas vistas insuperables) se encuentra la churrería Manolo, situada en la esquina de la calle Almedina con la calle San Juan. ¿Quién no querría probar unos de los mejores churros de la ciudad viendo la Alcazaba?
Churrerías más allá del centro
Más allá de los churros disponibles en el Casco Histórico o de los que pueden degustarse en el centro de la ciudad (que también tendrán un hueco en ‘La Foodineta’), los barrios de Almería están salpicados de pequeños oasis en los que el desayuno dominical es todo un regalo para los amantes del churro.
Es lo que pasa, por ejemplo, en dos kioscos míticos de Almería: El Sevillano y María hija, en el jardín de la Plaza Gaudí (junto a la gran rotonda de la confluencia de carretera de Ronda y la calle Granada) y Luis Marín, en el cruce de la calle Santiago con Arcipestre de Hita, en pleno barrio de Nueva Andalucía. Lo reconocerás fácilmente: siempre está abarrotado.
No muy lejos, también en la calle Santiago, se encuentra otro clásico de los churros de barrio: el Roypa, que en su amplia carta de desayunos y comidas, cuenta con los churros como propuesta estrella.
¿Cruzamos el puente?
También alejados del centro se encuentran dos de los lugares favoritos para muchos almerienses para desayunar churros. Desde nuestro último punto en este paseo gastronómico habrá que cruzar el puente de la Avenida del Mediterráneo para llegar a la primera parada: los churros de Cortijo Grande.
En un nuevo local, a escasos metros de su punto original, Don Balón (calle Benizalón) es una pequeña sorpresa para los amantes de los churros que vayan hasta esta esquina de la ciudad.
Y otro lugar en el que los churros son toda una especialidad es frente al Estadio de la Juventud, en la Avenida de Madrid: 75 Grupo Venecia es otro imprescindible de los churros almerienses.
Y hasta aquí este primer repaso por el callejero almeriense probando churros. Aún queda mucho que degustar. En concreto, en una próxima entrega, recorreremos el centro de la ciudad y el frente litoral, además de otros barrios que ofrecen otros ocho sitios deliciosos para probar churros. ¿Vamos probando?
Bonus track
También alejados del centro de la ciudad, en un lugar inesperado para encontrar este manjar, se encuentran unos de los mejores churros de la ciudad, según paladares acreditados que los han probado: en la calle del Líbano, la hamburguesería El Goloso ofrece unos churros que bien merecen estar en este paseo churrero por las calles de Almería.
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