Cinco heladerías almerienses en las que siempre es verano y sus sabores estrella

Adiós a agosto pero no al verano, ni al calor de las últimas semanas. Las heladerías continúan trabajando para saciar los estómagos de todo aquel que quiera disfrutar de una crema fresca y sabrosa. Desde los más tradicionales hasta aquellos más innovadores y recientes, las heladerías almerienses siguen funcionando a pleno rendimiento con uno de los productos estrellas de este tiempo. Este es un recorrido por las especialidades más sabrosas de varias conocidas heladerías de Almería.

Gelatería Fantasía Italiana

En un punto estratégico del centro almeriense, muy cerca de la Rambla, se encuentra esta heladería que presume tener "los mejores helados artesanales de Almería". Su encargada, Livia Niculina, nos cuenta que el helado especial de la casa es el 'Delirio de Almería', un helado que contiene crema de canela, almendra caramelizada y Nutella. "Todos los helados son caseros y se hacen en el mismo día para obtener la mejor calidad posible en el sabor y textura", cuenta. Y recalca: "Cada día hacemos en torno a 150 litros de helado". En este negocio también destaca la venta de los helados de fruta, cuya venta se dispara en los meses de más calor.

Heladería Alpino's 

Esta heladería de origen argentino, situada en la calle Castelar, junto a la Plaza de San Pedro, abrió sus puertas en Almería en 2021 cuando sus dueños, con más de 29 años de experiencia en el sector, decidieron trasladarse a la capital desde Roquetas. Pablo Giménez, uno de sus propietarios, nos desvela alguno de sus secretos. Por ejemplo, todos sus productos son artesanales y realizados por ellos mismos. Además, pese a que en Argentina no existe como tal la leche merengada, se adaptaron a la demanda y a los clientes les encanta, junto a la tarta de queso y la salsa de pistacho. Aunque trabajan más de 42 sabores artesanales, una de sus principales especialidades es el dulce de leche solo o con sabores como la stracciatella. También explica que realizan recetas propias de chocolate y a partir de ahí "vamos sacando los sabores". Como resultado quedan unos excelentes y sabrosos helados artesanales. 

Heladería Santa Teresa

Santa Teresa fue una heladería histórica de Artés de Arcos que suma más de 40 años. Actualmente lleva situada desde 2002 en la calle Dr. Aráez Pacheco. Uno de los dueños, Francisco Gutiérrez, declara que "aunque estemos medio escondidos, nos va muy bien, la gente nos conoce". La principal especialidad en esta heladería es el turrón suprema con el que los clientes se chupan los dedos y es sin duda el producto más exitoso. Además de este turrón, Gutiérrez afirmó que la gente le encanta también la horchata y el limón granizado. "Tenemos más de 100 sabores y en esta época funciona todo muy bien", finalizó.

Heladería La Flor de Valencia

La Flor de Valencia es un negocio familiar, fue fundada allá por el año 1965 y cuenta con hasta 5 heladerías repartidas por la ciudad. Mercedes Vidal, encargada de La Flor de Valencia en la calle Bilbao de El Zapillo, detalla que en cada zona hay productos que venden más que otros. En su caso, los productos estrella más demandados son el turrón y la nata con Oreo, seguidos también por la leche merengada. Mercedes también apunta que el limón granizado arrasa en verano y suele estar en la cabeza de las ventas. Por último, indica que también están de moda los helados veganos: "están vendiéndose muy bien, a la gente les gusta mucho aunque no sean veganos".

Heladería La Andaluza

La Andaluza lleva más de 28 años abierta en la calle Mejorana y es uno de los lugares con más historia de Cortijo Grande. En esta heladería destaca por encima de cualquier otro sabor la vainilla y chocolate fondant, triunfando sobre todo en el formato tarrina. Además, una de sus encargadas, Isabel López, cuenta que "la gente joven busca sobre todo sabores más raros como el 'Happy, Happy' o el Kinder" mientras que los mayores continúan con "sabores tradicionales que al final son los que más venden". Para finalizar, dispone de una gran terraza, perfecta pasar las últimas tardes de verano.