Este es el menú del día más barato de Almería... por solo cuatro euros

El restaurante Calahonda, situado en la calle Venezuela de El Ejido, ofrece desde hace tres semanas uno de los menús del día más baratos de la provincia, y además sus responsables presumen de que no están compuestos por cualquier cosa, sino que además tienen especial cuidado en confeccionar sus comidas, la mayoría caseras y tradicionales de Almería, con productos frescos y de la mayor calidad posible. 

Aunque muchos puedan mostrarse recelosos por estos precios, teniendo en cuenta que ni siquiera en comedores subvencionados de instituciones públicas los tienen tan bajos, los dueños, María de Gádor Cruz -la cocinera y principal “responsable” de esta idea, y su marido José Francisco- invitan a cualquiera a comprobar por sí mismo su calidad.

“Ofrecemos un primer plato, que normalmente caliente, de cuchara y típico de Almería, como berza, trigo, migas o arroz; un segundo que puede ser de carne o pescado, un bollo de pan, postre y un botellín de un tercio de agua, de una marca conocida”, y que además es de las más caras del mercado, dicen. 

El día que este periódico ha hablado con ellos, el restaurante tenía como primer plato acelgas esparragadas, de segundo carne en salsa y una pieza de fruta de postre. 

Sin milagros

“No hay ningún milagro, sino mucho trabajo y sobre todo utilizamos los productos frescos de primera categoría de esta tierra, que son maravillosos”, añaden. “En la cantidad está el beneficio, que aunque no es para hacerse rico sí da para sobrevivir”, aclaran.

Aunque el restaurante está abierto desde 1986, sus propietarios han decidido ofrecer estos menús a precios tan bajos hace tres semanas, y de momento la respuesta está siendo bastante buena y progresiva. Obviamente, los clientes que así lo quieran pueden pedir otros platos incluidos en su menú, y pagar más, aunque aseguran que “una persona normal puede comer bien” con él.

La mayor parte de sus clientes son, de momento, trabajadores que no tienen tiempo para cocinar. “Muchos nos dicen que solo con encender el butano, el aceite necesario para cocinar y poco más ya les sale más caro que venir aquí”, dice José Francisco. 

El local cuenta con comedor y terraza, un espacio suficiente para atender a unos 35 comensales por “el mejor precio y con la mejor calidad y servicio”, como insisten en destacar sus propietarios. 

De momento, ellos son los únicos trabajadores del negocio, aunque el restaurante abre los siete días de la semana. “Llevamos así desde que cogimos el restaurante hace 14 años”, es decir sin descansar un solo día, aunque como resaltan, “sarna con gusto no pica”. 

Junto a este menú del día, el bar Calahonda también ofrece un desayuno compuesto por café, media tostada y zumo natural por dos euros. “El pan, al igual que el del menú, es muy bueno, no industrial sino de elaboración casera en panadería, y la tostada puede ser de un solo ingrediente, como tomate, atún, york, lorenzana, o jamón serrano al corte”, explican.