Antonio, el almeriense que ha llevado las tapas de Almería a Alemania

Antonio Navarro es el nombre propio y almeriense que lleva casi 3 décadas exportando la gastronomía de nuestra tierra hasta Alemania, concretamente hasta la ciudad de Colonia. Así se presenta este empresario en el programa televisivo de Canal Sur: ‘Andaluces X el mundo’, al ritmo de 'Al-Andalus' de David Bisbal,-uno de nuestros almerienses más internacionales-, como un embajador de la gastronomía andaluza y sobre todo almeriense en Alemania donde regenta un bar de tapas y comida casera y tradicional desde 1996.

Rafael Posadas, el presentador del espacio audiovisual irrumpe en Colonia saludando a Antonio Navarro natural de Antas quejándose del frío, lo que provoca una risotada al antuso, "esque los andaluces sois muy frioleros", le reclama. “Yo como en Antas he echado tantas horas de sol y en los veranos hace un calor que está siempre empapado, y aquí hace un fresquito que estoy encantado”, bromeaba.

Pero, la pregunta es obligada ¿Cómo llega un antuso hasta Colonia?, si bien es cierto que entre 1960 y 1973 el 20% de la población española, (más de 2 millones de personas), emigró a algún país europeo dejando atrás la miseria de a posguerra y la represión de la dictadura franquista, Antonio cuenta que en el caso de su familia, llegaron a la tierra de los sajones buscando prosperar económicamente.

"Mi familia tenía una explotación de Naranjas en Antas, como muchos de los vecinos de allí, pero tampoco era para ganar mucho dinero y muchos antusos, entre ellos mis padres, se vinieron a trabajar a Alemania". Así lo recuerda el almeriense, echando la vista a aquellos años en los que él apenas era un niño. "Estábamos toda la familia trabajando en un hotel en una zona turística. Mi padre en la cocina, mi madre al lado de los servicios esperando a que la gente que pasar le echase un marco, mi hermana en el guardarropa...Sacábamos un pastizal extra con las propinas". Antonio recuerda como él mismo esperaba en la puerta del hotel con un carrito para llevarles las maletas al tren a los turistas para sacarse un sueldo extra. 

Sin embargo, el antuso regresó a sus raíces a los 11 años de edad y pudo disfrutar de parte de su niñez y juventud en Antas, "fue la mejor etapa de mi vida", así lo asegura Antonio. Pero el destino le volvió a ligar a Alemania, a Colonia, donde volvió a los 22 años y dónde conoció a la que es su mujer a día de hoy y donde lleva casi 3 décadas afincado.

"Ya he hecho aquí mi vida, ahora tengo dos hijas, una de 19 y otra de 23 (Maui y Laura) y estoy totalmente instalado en Colonia". Antonio montó su restaurante: Al-Andalus hace ya 28 años, los mismos que lleva poniendo tapas y paellas a alemanes y a algún que otro español que busca la comida tradicional en la nación teutónica.

Las recetas son 100% almerienses y muy antusas ya que el reclamo estrella del local son las tapas y Antonio asegura que la mayoría de recetas son heredadas de sus padres. Pipirrana, ensaladilla rusa o boquerones fritos son ahora manjares que pueden disfrutar cada día los colonieses en este bar.

Las hijas de Antonio hablan perfectamente español aunque siempre han vivido en Colonia. Eso sí, desde que tienen uso de razón han veraneado en su pueblo: en Antas. "Nos sentimos más almerienses que alemanas", así lo aseguran Laura y Maui que recuerdan con cariño aquellos interminables viajes en coche hasta España.

Nada más y nada menos que 2.180 kilómetros separan Colonia del pueblo de Antas, "echábamos 22 horas de viaje", sin embargo ver el paisaje antuso y saber que volvían a casa era suficiente para olvidar tan tediosa marcha en la carretera. "Mi recuerdo más bonito es estar con toda la familia en el cortijo". Así es como esta familia mitad almeriense, mitad coloniesa bebe de las raíces y la cultura de dos países que no mucho tienen que ver, a excepción de esa cantidad de migrantes que comparten entre sí.