Cabrito, arroz, migas y embutido en una tradicional cita gastronómica

Importante cita en la capital histórica de la Sierra de Los Filabres para el mes de octubre. Lubrín vuelve a coger una tradicional actividad: la XXIII Feria de la Alimentación Rural.

Se trata, según ha destacado el propio Ayuntamiento en una nota de prensa, de un evento que ha evolucionado a lo largo de los años y que se ha consolidado como una de las principales citas gastronómicas de la comarca.

Será el próximo 6 de octubre cuando Lubrín albergue este homenaje a la rica tradición culinaria de la zona, que ofrece una experiencia única para los amantes de los productos locales. Más de dos mil personas procedentes de diferentes puntos de la comarca del Levante, pero también del Almanzora, Los Filabres y la capital, acuden a esta cita anual.

Una iniciativa que nació hace 23 años como un concurso gastronómico entre los vecinos para dar más realce a la feria de octubre, cuenta a LA VOZ su alcalde, Domingo Ramos. Año tras año se ha ido consolidando y se ha tenido que adaptar ante la afluencia de público que cada vez es mayor.

Durante la feria, organizada por el Ayuntamiento, los asistentes podrán disfrutar de una variada degustación de platos típicos, elaborados por los vecinos del municipio. Un jurado especializado será el encargado de decidir la receta ganadora.

Será, sin duda, uno de los momentos clave de la jornada. "Las recetas presentadas suelen ser seleccionadas entre las más auténticas de la gastronomía local, con el objetivo de recuperar y poner en valor las tradiciones culinarias que han pasado de generación en generación", especifica el Consistorio.

A estos platos se sumarán productos del pueblo y de fuera de este. Entre los más destacados de esta edición se encuentran el cabrito, el arroz, las migas, el jamón y una gran variedad de embutidos. Sin olvidarse del aceite o la miel. Además, los visitantes podrán acompañar estos manjares con cerveza y vinos de la zona.

Se trata de una oportunidad, además, de apoyar a los productores locales y fomentar el consumo de productos autóctonos. 

En esta feria de la alimentación, que crece año tras año, Lubrín saca músculo con los nuevos modelos de economía rural que ha conseguido consolidar en los últimos años, iniciativas empresariales que hacen de la capital histórica de la Sierra de Los Filabres el motor económico de la comarca.