“Emery puso al Almería en el mapa”

Antonio Torres.
Antonio Torres. La Voz
Antonio Torres
22:17 • 29 may. 2022

Unai Emery (Fuenterrabia, 1971) ha conseguido filtrarse entre los entrenadores más reconocidos del mundo con un trabajo brillante e inteligente. Puso al Almería en el mapa global. Sus cuatro Europa League con el Sevilla y el Villarreal no fueron casualidad, o el último éxito de la semifinal alcanzada en la Champions. Todo ello a pesar de no haber sido un futbolista de élite, lo que muchos consideran una rémora y un doble esfuerzo para lograr prestigio en los banquillos. Le falta un equipo a su nivel, y no al revés. Tiene un prestigio ganado sin que nadie le regala nada. Todo comenzó cuando en la vecina Lorca pasó de futbolista a entrenador.



El ascenso del Almería en una temporada inolvidable fue el trampolín. Nos contó sus primeros meses en Valencia durante una cena, en Hotel Catedral para seis personas, organizada por el exdirector del Instituto de Estudios Almerienses, el añorado Miguel Naveros, editor de Almería-Emery: de la A a la Y, escrito por los compis Joaquín Amérigo Segura y Txabi Ferrero. A Emery lo consideramos una leyenda y he narrado muchos de sus éxitos. Le he seguido en los buenos, la mayoría, y algunos momentos agridulces. Una persona íntegra, humilde porque siempre está estudiando para mejorar su profesión y adaptándose a la cultura de cada club.



Una persona muy admirada por su talante cercano con los periodistas. El otro día mi odontólogo Elias Fornes me pasó comentario de su admirado Ginés Meléndez, técnico de los mayores éxitos de la cantera, recogido por The Objective sobre la figura de Ancelotti. Lo leí. Eso ya lo hacía Unai en Almería. “Hace que los problemas no afloren, los ataja y los resuelve sin que salgan a la luz. Maneja bien a la prensa porque se hace respetar diciendo siempre la verdad, aunque duela al jugador, pero luego lo defiende“. Añado que Emery en los libros, como Mentalidad Ganadora, que ha escrito pone el acento en el factor humano.



Por supuesto que aquí comenzamos a aprender un repertorio tecnológico, de datos y el oficio táctico para mejorar el potencial de aquella plantilla cohesionada para lograr el objetivo. Ahí nos quedó la figura controvertida de Felipe Melo que llegó casi desahuciado por el Racing de Santander. Lo tuvo sin debutar hasta la tercera jornada “a sabiendas de que era el mejor de la plantilla”. Debutó en Murcia y consiguió el 0-1. Cura de humildad dio mas de una. Firmó por cinco temporadas y al año Alfonso García lo traspasó a la Fiorentina por casi ocho millones de euros. Aquella clasificación final de la primera temporada del Almería y su histórica victoria en el Mediterráneo al Real Madrid.



En eso de sacar de un mar de dudas a futbolistas forma parte del prestigio del técnico vasco. Le pasó en Valencia. En Sevilla, una figura le dijo que no quería entrenar y que deseaba irse porque no estaba a gusto en la ciudad por mil circunstancias. El técnico lo echó del entrenamiento y le prometió que nadie se enteraría. Le pidió reflexión. Regresó y se convirtió en jugador importante. Los clubes cada vez ponen más muros para que la sociedad no conozca a sus protagonistas a través de los medios. Esa ausencia de factor humano puede hacer al futbol antipático. Esto no es un mero negocio. Uno ha conocido a mucho fantasma. Emery es diferente, auténtico.






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