“Pequeñas cosas que cambian vidas”

Hacen cosas sencillas, como cambiar las pilas de un transistor, llevar la compra, acercar unas medicinas. Cosas pequeñas, afirma, pero en realidad son gestos que cambian la vida. Hace 20 años que un grupo de vecinos de Garrucha decía que no existe mejor inversión del tiempo que hacerlo ayudando a los demás. Y así nacía la Asociación de Voluntario San Joaquín.

Los jóvenes mayores que la componen decidían por unanimidad que, Félix López, su secretario, fuera el encargado de subir al escenario y recoger el premio en nombre de todos. Pero la nobleza que impera en este colectivo hace que sea un premio para todo el pueblo y el Ayuntamiento. Cada vecino aporta lo que puede, una silla de ruedas en desuso, pañales, muletas, y sonrisas, muchas que es lo que más necesita alguien que vive solo. Eso sí, acompañado de un buen abrazo. Esa pareja baila siempre al compás. La humildad y modestia les caracteriza, pero han logrado casi milagros. Como dar una nueva oportunidad de vida a un joven vecino del municipio, que pese a padecer una enfermedad que le habría mantenido encamado hasta el final de sus días, hoy es feliz y presume de pareja. “Con estas cosas sencillas, si pueden seguir haciéndolo, entre todos conseguiremos mejorar la calidad de vida de las personas necesitadas”, concluía emocionado .