Han pasado poco más de tres años desde que Ana María Ramos dejara atrás Lucainena de las Torres, su pueblo, para trasladarse junto a su familia hasta Alcudia de Monteagud. El motivo, abrirse un nuevo futuro. Se ponía entonces al frente de un rincón mágico del municipio, El Mirador de Las Estrellas.
Era junio de 2019 cuando este rincón con encanto abría sus puertas. El gran atractivo de este restaurante es su enclave. Se trata de un verdadero mirador del amplio valle y montañas de Filabres de día, y de noche es ideal para contemplar las estrellas. Su encanto Cuenta con telescopio. La propia Ana María aseguraba que a ella y a su familia siempre les ha “gustado la astronomía, y tenemos muchos libros que también están en el restaurante”.
Su acogedor salón con chimenea es ideal para los días de invierno, donde disfrutar una amplia gama de platos tradicionales como el trigo, gurullos, migas o las exquisitas gachas. Especialidad en carnes como el cordero. Postres caseros y platos de temporada. Gracias a la baja contaminación lumínica de la zona por las noches se puede disfrutar de las estrellas y de distintas constelaciones.
Agradecida
Nada más subirse al escenario, Ana María quiso recordar que “la hostelería es una de los ámbitos más complicados, y más en los tiempos tan duros que hemos atravesado, pero lo hemos conseguido”. Aunque nadie les ha regalado nada pues su buen hacer, el “trabajo duro, la humildad, las pocas horas de sueño y las largas jornadas de trabajo hoy se ven reconocidas con este premio”, concluía emocionada.
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