A orillas del mar Mediterráneo y sobre la sierra que lleva su nombre, Enix, un pueblo con encanto, cuanta además con una gastronomía tradicional que es reclamo de vecinos tanto de la zona como de otros puntos de la provincia y fuera.
Si alguien sabe de eso es Asunción Grenabel, la propietaria desde hace más de un lustro del Restaurante Alkanzyya.
Ella, de 57 años, amante de la cocina y dedicada prácticamente toda su vida a la hostelería, animada por sus dos hijos decide emprender su propio negocio hace 7 años. Un restaurante de comidas caseras, las de toda la vida y brasas. Famoso es su choto al ajillo, sus ollas de berza, su trigo o su asadura, entre otros muchos manjares.
Fortaleza
Es una mujer fuerte, noble, luchadora a la que no le asusta trabajar y que todo lo que tiene lo ha logrado con el sudor de su frente entre fogones. Los mismos por los que cientos de veces han correteado sus dos nietos. Ella, junto a su hija, atienden cada día a decenas de comensales atraídos por su gastronomía típica de la zona.
“Me siento muy agradecida con muchas personas, entre ellas, mis dos hijos, mi hijo y mi hija: Ramón y María”, aseguraba emocionada y con la voz entre cortada. Unas palabras que la llevaron a interrumpir su discurso durante unos segundos al emocionarse, y al que daba continuidad tras un caluroso aplauso por parte de todos los presentes en la entrega de premios a los que no solo agradeció su presencia sino que extendió su agradecimiento deseándoles salud.
El galardón lo recibía de manos del alcalde de Enix, Álvaro Izquierdo.
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