Una empresa no es solo un logotipo, un equipo profesional y unas instalaciones. Una empresa es, sobre todo, un conjunto de valores que emanan directamente de las personas. Almafrut ejemplariza este principio. Por eso, cuando Emilio Martínez Llamas fundó Almafrut hace ya medio siglo, lo que hizo fue recoger y ensanchar valores personales y familiares para trasladarlos a su hijo Emilio Martínez Aguado.
Experiencia
Almafrut fue pionera en su tiempo, pero también tenía detrás toda una experiencia vital acumulada que era la mejor herencia que podía recibir la siguiente generación. El relevo no es una ruptura con el pasado sino una oportunidad para enriquecer el legado recibido. Así, Almafrut lo vive.
“En nuestro ADN llevamos impreso dejar un negocio que sea un legado mejor para futuras generaciones. Al menos es lo que me ha transmitido siempre mi padre”, afirmaba Emilio Martínez Aguado, director general del Grupo Almafrut.
Aunque, tal y como matizaba “no es lo único que me ha enseñado mi padre, de él he aprendido el liderazgo y a rodearte de grandes trabajadores y buenas personas, las mismas que nos han llevado hoy a recibir este premio. Este logro es el resultado de una labor conjunta”, enfatizaba.
Una larga trayectoria la de Almafrut, pero que, ese a haber sido reconocida en varias ocasiones es la primera vez que padre e hijo reciben el premio juntos. “Bueno, y acompañados de nuestras esposas”, apostillaba entre risas el fundador de Almafrut, Emilio Martínez.
El galardón lo recibían, padre e hijo, muy orgullosos, de manos del Diputado Provincial, Álvaro Izquierdo.
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