Vicasol está convirtiendo el compromiso con el medio ambiente en un principio que se proyecta en distintos planos.
Tanto en los procesos productivos de sus diferentes centros de manipulado y logística, como en las consecuencias externas de su actividad. Como corresponde a su constatada condición de cooperativa modélica, Vicasol traslada al millar de socios que aproximadamente la integran el apoyo y la orientación para que sus explotaciones agrícolas sean sostenibles, además de ser consecuentes con el reto de reducir la huella de carbono.
Algo en lo que están de acuerdo los 2.000 socios que dan vida a la cooperativa.
Bajo el liderazgo de Juan Antonio González Real, Vicasol ha iniciado un camino en el que la responsabilidad ambiental y social se ha convertido en parte del éxito alcanzado por esta entidad en la eficiencia de sus procesos y en la solidez de su funcionamiento como productora y comercializadora hortofrutícola.
“Hace cuatro años que iniciamos la instalación de placas fotovoltáicas, que nos ha permitido un ahorro en la factura eléctrica de entre el 25 y el 27 por ciento”.
Una filosofía de trabajo que sigue expandiéndose, como ocurre con el tipo de luz utilizada en sus centros de manipulado “hemos cambiado a luces led y continuaremos las instalación de placas solares lo que nos permitirá un ahorro estimado de un 40 por ciento de aquí a inicios de año”, aseguraba Juan Antonio González Real, presidente de Vicasol, asegurando que “todas las decisiones que tomamos las hacemos en conjunto con los socios y tenemos la suerte de que siempre apoyan en materia de sostenibilidad”, concluía
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