El Amor pasea su Dolor por las calles de Almería

La Virgen llevaba en su mano una rosa de plata bañada en oro y un alfiler con su nombre Galería de imágen

El cristo del Amor, aún en el templo.
El cristo del Amor, aún en el templo.
José Luis Laynez
01:00 • 15 abr. 2014

Acertada decisión  la que tomaron la gran mayoría de Cofradías de Almería cuando, hace un lustro, comenzaron a adelantar el horario de salida de las procesiones. En Sevilla tendrá mucho tirón la madrugá; pero Almería es Almería y ese sevillanismo provinciano no hay porqué exportarlo miméticamente.




Cuando hace cinco años la Cofradía de El Amor salía a las 9, ya noche cerrada, había gente en la puerta del templo de San Sebastián. Su paso por Carrera Oficial, a partir de las 12 de la noche, la veían algunos trasnochadores; y la entrada, próximo a las 3 de la madrugada, las madres de los pocos penitentes que quedaban y las novias de los costaleros.

Nuevos horarios
Ahora todo es distinto. El portón lateral de San Sebastián se abre a las siete menos cuarto de la tarde y en ese espacio de la calle Alcalde Muñoz no cabe un alma. Medio itinerario se realiza a la luz del día, con lo que la procesión realza mucho más. La Carrera Oficial se sube entre un gentío que llena las tribunas; y se recoge a las 12.30 de la madrugada y aquello se asemeja a la salida por el número de personas que se concentran en la puerta.




Una procesión es una manifestación de religiosidad popular, una estación de penitencia, sacar a las calles momentos de la Pasión y Muerte de Cristo que probablemente mucha gente no vería de otra forma. No es lugar ni momento para el lucimiento de nada ni nadie. Pero...




Pero a nadie le amarga un dulce y el ingente trabajo que los hermanos realizan  a lo largo de nueve meses de curso cofrade gusta que se vea recompensado con una afluencia de público grande al paso de sus Titulares. Y con luz del día, la procesión se ve más y mejor.




Como decíamos, a las 6.45 de la brumosa tarde de Martes Santo, con el tradicional viento semanasantero molestando a mantillas nazarenos y dando más trabajo del deseado al pabilero, salía a la calle la Cruz Guía de la procesión del Stmo. Cristo del Amor y la Virgen del Primer Dolor.

La salida
Sin mayores novedades respecto a años anteriores, iniciaba su marcha el paso del Cristo del Amor, comandado por Paco Romero y sus 35 costaleros. Las Cornetas y Tambores Santa Cruz marcaban su paso. La ornamentación floral, la tradicional, consistente en el monte de claveles rojos e iris morado y centros de rosas en los laterales. El paso, aún inconcluso.




Han ido ganando la calle las insignias: la citada Cruz Guía, el tradicional Vía Crucis con 14 sudarios, el estandarte del Cristo y el corporativo de la Virgen, la bandera y el Senatus. Y desde el balcón de la antigua Casa de Socorro, las saetas de Ana Mar, Antonia López, María Canet y Rocío Segura.




Las novedades venían en el paso de Palio, el de la Virgen. El primero era su capataz, Borja Arqueros, que anteriormente era contraguía del paso del Cristo. Comandaba una cuadrilla de 30 costaleros, con diez más de refresco que entraban poco a poco bajo la trabajadera.




Fijándose bien, era posible ver dos novedades en la Virgen del Primer Dolor. La primera es una bella rosa de plata bañada en oro que luce en su mano derecha; la segunda, un alfiler con su nombre que lleva sobre la Cruz pectoral. También la saya aparece restaurada, labor realizada en el taller de Carmen Muley.


La ornamentación floral consistía en  rosas e iris blancos, flores de cera moradas y el frontal de rosas blancas.  El incombustible Rogelio fue el florista. La Banda de Música Santa Cecilia de Sorbas acariciaba con sus sones los oídos de la Virgen y su tramo procesional.

Itinerario
M&


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