José María Sánchez García es sacerdote y párroco en San Isidro, Campohermoso. El obispo de Almería acaba de anunciar su nombramiento como delegado de Apostolado Seglar y consiliario de la Agrupación de Cofradías.
¿Su primer desfile procesional?
Primero y único. Procesionando, como todos los años con mi Hermandad de la Macarena, porque yo me debo a mi parroquia, en San Isidro, Campo de Níjar. Esta noche volvemos y a celebrar la Semana Santa en la Parroquia.
¿Cómo está viendo la Semana Santa de Almería?
La veo como siempre, hermosa y creciendo en muchos aspectos.
¿Difícil la papeleta que le toca ahora tras el nombramiento como delegado Episcopal de Apostolado Seglar y consiliario de la Agrupación de Cofradías?
La misión es complicada y siempre supone un reto. Supongo que la clave es la de siempre, confiar en el Señor e intentar servir con la máxima eficacia a la Iglesia, descubriendo qué es lo que se necesita en cada momento. Muy obediente a lo que nos marca la Iglesia y nos pide.
Es algo que en cada uno de los Estatutos de las Cofradías viene reflejado
Sí, sí, por eso lo digo. La fidelidad en la misión y el desarrollo en la vida ordinaria de las Hermandades y de la Iglesia en general, la comunión pasa por la fidelidad, la obediencia, que cuesta muchas veces. En definitiva, es la humildad de saber que siempre estamos en camino. Podemos tropezar, sí. Pero lo importante es obedecer, levantarnos y vivir siempre de la mano de quien sabe más y quien sabe más es el Señor; y no nos deja.
¿Sus dos Hermandades son la Patronal de la Virgen del Mar y la Macarena?
Son tres. La Hermandad Patrona, como todo almeriense y luego mi parroquia. Desde niño estoy viendo a mi Virgen del Carmen de las Huertas. Es una gran devoción del centro de Almería. Hermandad histórica. Y penitencial, mi Hermandad de la Virgen Macarena. Soy hermano desde hace catorce años y siempre acompañándola en su Estación de Penitencia.
¿Cómo ve a su Hermandad de la Esperanza Macarena?
Veo a una Hermandad joven, con una directiva joven, pero creciendo. Dando pasitos cortos, pero firmes. Pasitos muy tranquilos. No son atrevidos. Los pasos que va dando la Hermandad, lo hace poco a poco y en un barrio muy populoso. Un barrio que no es nada fácil, por la diversidad sociológica que en él hay. En la capital es mucho más difícil que en un pueblo evangelizar, por el sentimiento de familia que hay en los pueblos y que es más difícil en las capitales. Veo a una Hermandad con mucha ilusión, que va a ir creciendo y en todos los aspectos.
¿Ha visto la salida del Señor de la Sentencia y de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena?
Sí, he visto la salida del Señor y por una cuestión de estética, porque Dios se vale de esos medios, de la verdad, de la bondad y de la belleza, para mostrarnos que él está presente en medio del mundo. Por eso te digo, que por ver la impresionante salida del Señor de la Sentencia, yo me sentí atraído a esta Hermandad de la Macarena. Fíjate lo que supone para mí ver cada año y después como sacerdote, verlo salir desde la iglesia de San Ildefonso. Al ir en la presidencia del Señor no puedo ver el paso de Virgen.
¿Más procesiones?
Yo ya me despido hoy y estaré en San Isidro con el Triduo Pascual, que es donde tiene que estar un sacerdote, en su parroquia. Celebrando los Misterios.
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