Estudiantes deleita a las hermanitas de las Puras

Será el 16 de abril de 2014 un año para la historia de la Cofradía de Estudiantes: tras setenta años procesionando con distintos colores los tramos de la Oración en el Huerto y la Esperanza, por vez primera este año se ha unificado el color de nazarenos y monaguillos.

Han desaparecido del cortejo procesional los colores rojo y negro de las antiguas túnica y todos los penitentes, tanto del tramo del Misterio como del tramo de Palio, han desfilado con cromatismo blanco y verde. Explicado con más detalle: túnica blanca con botonadura y bocamanga verde, antifaz también verde, con capirote con Escudo bordado, capa verde con Escudo en el brazo izquierdo, cíngulo de esparto, guantes blancos y calzado negro.

También los monaguillos han procesionado con los nuevos colores blanco pureza y verde esperanza, indumentarias ambas que ya fueron presentadas a todos los cofrades en Casa de Hermandad.

Otros estrenos
Con ser la más significativa, no eran las túnicas la única novedad de Estudiantes este 2014. El paso de Misterio se ha finalizado, por fin, y podíamos ver en él los candelabros ya dorados, la nueva parihuela, la policromía utimada totalmente,  así como los bellos querubines. También se han añadido cuatro escudos: de la Cofradía, la Catedral, la Universidad y la UNED.

El paso de la Esperanza presentaba una única novedad: los varales del palio minuciosamente restaurados. Y en el itinerario, un pequeño cambio: para evitar un giro muy dificultoso en calle Real, se ha optado por las calles Virgen de la Soledad, Tiendas y Lope de Vega. Con ello se agiliza el recorrido por el casco histórico, tan llamativas para los espectadores como incómodas para los costaleros.

Eran las 20.10 horas  de la plácida tarde de Miércoles Santo cuando las puertas de la Catedral se abrieron por segunda vez. Ante ella apareció la Cruz Guía de Estudiantes. La seguía el cortejo procesional, formado por Junta de Gobierno, 130 nazarenos, 40 mantillas y representates de la Universidad, UNED y Cruz Roja.  La saeta de Rocío Segura saludó a la Virgen.

En Las Puras
Media hora más tarde, se produjo el tradicional momento místico de la procesión: la visita a la iglesia del monasterio de las Puras. Estas monjitas acogieron a la Esperanza tras el incendio de 1996 en la Catedral y la Cofradía siempre hace regresar a la Virgen a saludar a quienes fueron las benefactoras durante la restauración del templo.

Este acto, cargado de simbolismo y misticismo y cada vez seguido por un mayor número de fieles, se ve embellecido por el guitarrista Guillermo Fernández quien cada año interpreta Esperanza en las Puras. Las angelicales miradas y rezos de las religiosas a la Virgen hacen el resto. Y para que procesione en el paso, entregan su Inmaculada así como una ofrenda de rosas de su jardín.

Hay quien asegura haber visto una sonrisa en los labios de la Esperanza en reciprocidad a la que tienen las embelesadas monjitas de las Puras. Pero será quizá una ilusión óptica. Y la Esperanza continúa su recorrido por el casco histórico de Almería.

Casco histórico
Allí le esperan dos sorpresas: ante la peluquería de Bisbal, su hija Gema entrega al capataz, Antonio Andrés Díaz, un costal con la Esperanza pintada al óleo; y en la Almedina, Rocío Zamora y Toñi Salmerón desgarran la noche con sendas sentidas saetas.

Más saetas le cantan a los Titulares en calle Gerona. Y la Tuna Universitaria interpreta sentidas melodías en tres plazas señeras: de la Catedral, de la Virgen del Mar y