“Gracias por la acogida y que sigamos intentando innovar”

Llegó a España desde Rumanía junto a su pareja hace ahora casi 16 años. Contable de profesión en su país de origen, no tuvo la oportunidad de desarrollar esta labor en nuestro país y no le quedó más remedio que buscarse la vida de otra manera, primero en Toledo, realizando diferentes tipos de trabajo. Con el paso del tiempo, empezó a vincularse a un grupo de panaderos artesanos que se reunían en Andalucía.

En ese contexto fue llegó a oídos de Ciprian que en un pueblo de Almería la única panadería que todavía permanecía abierta había cerrado sus puertas. A Ciprian se le activó la vena emprendedora y llegó así hasta el municipio de Abla, a las faldas de Sierra Nevada, para empezar de cero con un nuevo proyecto, el más personal. 

Así, en 2019, Ciprian, junto a su compañera de vida y su hija, se quedaron con la Panadería Santos Mártires, a la que dieron un toque moderno e innovador. 

Pese a unos comienzos nada fáciles, poco a poco fueron creciendo gracias a productos de máxima calidad, elaborados con masa madre, y con un exquisito trato al cliente. De esta manera, Ciprian y su familia se fueron ganando el cariño de los vecinos abulenses, quienes podían disfrutar nuevamente del olor a pan recién hecho. 

Hoy en día, la familia de Ciprian ha crecido con un nuevo integrante, y el negocio despacha gran variedad de panes especiales, en especial los fines de semana, que es cuando la localidad gana más vida. A diario, sus hogazas llegan también hasta otros municipios de la provincia como Roquetas de Mar o la capital.

Ejemplo de emprendimiento y clara esperanza contra la despoblación, Ciprian agradeció principalmente a su familia, “porque sin ellos no podría estar hoy aquí, siempre han creído en mí y me han apoyado mucho”, pero también “a todo el mundo que se ha cruzado en mi camino y ha apoyado este pequeño proyecto que hemos tenido en Abla. Gracias por la acogida y que sigamos intentando innovar muchos años”.