España suspende en paridad salarial

La brecha salarial entre mujeres y hombres es uno de los debates que más preocupa a la sociedad cuando hablamos de igualdad de género. La paridad salarial es un elemento básico para segurar que una mujer pueda ser valorada y remunerada del mismo modo que un hombre por desempañar sus mismas funciones. El tema ha sido analizado por el Foro Económico Mundial que, según ha publicado la Cadena SER, cifra en 108 años el periodo que tiene que pasar para poner fin a la desigualdad si seguimos con el ritmo actual. 

El informe anual presentado en la sede de la organización en Ginebra sitúa a Islanda en la cabeza de lista con mayor brecha de género, el 85,5%, seguido por otros países nórdicos: Noruega, Suecia y Finlandia. A nivel mundial, además se estima que los progresos de igualdad se han visto estancados. No se ha registrado un aumento de la actividad laboral de las mujeres y se ha reducido notablemente su representación en la política y su acceso a la salud y la educación. 

Por regiones, Europa occidental es aquella donde se ha alcanzado una mayor paridad y si las cosas siguen así habrá igualdad total dentro de 61 años. Aunque España se ha posicionado como un modelo a seguir en términos de empoderamiento político y acceso a la salud y la educación, lo cierto es que ha suspendido en paridad salarial. El informe lo tilda de “uno de los peores alumnos del mundo”. 

Una de las directoras ejecutivas del Foro y responsable de Economía y Agendas Sociales, Saadia Zahidi, segura que esta situación se debe a los “prejuicios” aún latentes en nuestra sociedad, sin olvidar “el tipo de estructura organizativa que domina”. “Los lugares de trabajo funcionan como fueron concebidos, para el tipo de familias que existían hace 50 o más años”, lamenta.

Para Zahidi una forma de avanzar sería atender las políticas internas permitiendo bajas de paternidad, lugares de trabajo flexibles y promociones en función de objetivos cumplidos y no del tiempo empleado. Atendiendo esto, la economista cree que son las grandes corporaciones españolas las que han de asumir “el rol de modelos para un cambio de mentalidad entre empresas pequeñas y menos visibles”. 

A pesar de ello, no lo estamos haciendo todo mal. España ha avanzado de forma espectacular en la igualdad de género desde el punto de vista de acceso a la educación y a la salud, ocupando el primer lugar en paridad de género por matrículas desde la educación primaria hasta la universitaria.

De hecho, hay más mujeres que hombres que ingresan de las universidades, aunque esto no se traduce necesariamente en la tasa de participación femenina en el mercado laboral, que es un 10% más bajo. En este indicador España ocupa el lugar 52, “lo que es muy bajo con respecto al resto de Europa”, señaló Zahidi.

Por último, en el cuarto gran pilar para medir la paridad de género, que es el empoderamiento político de las mujeres, España saca un sobresaliente y se posiciona en el puesto 24 entre los 149 países incluidos en el informe.

El Foro Económico Mundial sostiene que si se toman en cuenta las categorías mencionadas, la brecha de género se ha cerrado en un 68% en el mundo y un 74,6% en España y advierte que, de seguir por el mismo camino, se tardará más de cien años en alcanzar la paridad salarial.