Enrique Ponce ha contado con una compañía de excepción tras su operación de urgencia en la clínica Cristo Rey de Jaén. El diestro tuvo que intervenirse de una hernia estomacal tras verse afectado la mañana del viernes por unos fuertes espasmos abdominales.
Ahora, por suerte, todo ha pasado y Enrique Ponce cuenta con Ana Soria a su lado. La joven no se ha separado de su pareja, con la que está protagonizando un sonado romance que ahora acapara titulares por el retraso en firmar el divorcio de Paloma Cuevas, recoge Chic.
Tras este bache, una prueba más de amor en la pareja, la pareja afronta un futuro esplendoroso juntos, dado que acaban de estrenar nueva residencia. Una vez Ponce firme el divorcio, se abre ante él la posibilidad de casarse con la estudiante universitaria… además, por supuesto, de la publicación de su disco.
La operación de Ponce se desarrolló con total normalidad y, en cuestión de horas, el torero subió a planta donde fue visitado por Ana, respetando naturalmente todas las medidas de seguridad por el coronavirus.
Soria, según cuenta Miguel Ángel Nicolás y publica Lecturas, fue vista en la cafetería del centro conversando con tranquilidad con la directora del centro médico.
Hace ahora una semana, y aprovechando que el torero se encuentra en plena grabación del que será su primer disco, la almeriense aprovechó para dedicar tiempo a su pandilla y se fue de escapada exprés con sus mejores amigas a Bilbao. Ajena a la pandemia que está asolando a nuestro país a causa de la covid, la joven promueve el turismo y, dando ejemplo de ello, cogió un vuelo para disfrutar del norte.
A su regreso, fue pillada en el aeropuerto de Málaga. Muy seria y esquiva, la novia de Enrique Ponce, muy molesta con las preguntas de la prensa que la aguardaba, evitó contar cómo lleva la convivencia con el torero en Almería ni si sabe la fecha en que su novio firmará por fin el divorcio con Paloma Cuevas.
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