Hay centenares de fobias específicas, como por ejemplo al agua, a los animales, a las alturas, o incluso a la sangre. ¿Cómo identificarlas? Aparece una ansiedad muy intensa y desagradable, que se vive con miedo, y de forma desproporcionada, según relata Cristina Mae Wood, experta del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.
Así, esta pandemia ha incrementado los casos de hafefobia o miedo a ser tocado, una fobia específica, según explica la psicóloga en una entrevista con Infosalus: “Cuando aparece ese estímulo, se genera una reacción de ansiedad o de miedo desproporcionada y la persona lo vive con mucho malestar y hace lo que sea para evitarlo”.
Pero no es algo que solo se esté dando con la pandemia. Según reconoce, puede venir de la infancia, con pacientes que por ejemplo en la edad adulta no soportan que les toquen, porque anteriormente les han violado, y el tacto les recuerda a ese trauma del pasado. También puede ser algo aprendido, dice Wood, en el sentido de que si yo de niña veía como mi madre no soportaba que la tocaran, es previsible que a mi tampoco me gusta que me toquen; aprendo esa conducta y evito que suceda.
Por otro lado, la experta señala que a muchas personas hoy en día nos puede resultar raro el que alguien nos toque, o ver incluso que alguien se toca en la televisión, cuando antes por ejemplo, lo habitual era besarnos y abrazarnos sin ningún problema con nuestros allegados.
“A nuestro cerebro no le gustan los cambios. Si llevas un año sin tocar a nadie, que se acerque alguien o te abrace se hace raro. Yo ahora cuando veo una película y veo que se tocan o abrazan me extraña y pienso, ‘qué pena que no lo vamos a volver a hacer’, o ‘qué riesgo’, cuando probablemente entonces no lo había, y seguramente quizá ahora no lo haya porque se acaba de hacer la prueba, por ejemplo. Pero no lo puede evitar porque es un miedo irracional”, agrega.
Siempre que pensamos que algo malo va a ocurrir se genera ansiedad, nuestro cerebro genera hormonas que nos activan y pueden producir todo tipo de síntomas, según prosigue la miembro del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid. Dentro de los físicos, dice que pueden aparecer temblores, sudoraciones, molestias en el estómago, falta de aire, opresión en el pecho e incluso mareos.
De esta forma, en esta época es habitual que cuando se nos acerque una persona o nos toque, se incrementa en muchos de nosotros la aparición de pensamientos negativos, y podemos hacer todo tipo de interpretaciones negativas: “Se llama una valoración de amenaza cuando solo pensamos en lo más negativo y catastrófico y desarrolla emociones como la ansiedad, el miedo, o la frustración. ‘Por qué me ha tenido que tocar esa persona’”.
En las personas con hafefobia el miedo a que pase algo o a contagiar a sus seres queridos hace que estas personas catastrofiquen muchísimo, y cuanto más se preocupan, más ansiedad sienten, y entran como en un círculo vicioso, en el que están todo el rato monitorizándose, mirándose si tienen fiebre, o si se han contagiado.
Según identifica Wood, estas personas no suelen ser conscientes de estos pensamientos y actuaciones, por lo que puede ser algo muy incapacitante para su vida diaria. De hecho, vaticina que cuando la pandemia acabe, las personas con hafefobia lo pasarán peor todavía, ya que les resultará mucho más difícil el socializar.
Aumento con la pandemia
Cristina Mae Wood reconoce que, aunque el miedo a ser tocado es una fobia que no es muy habitual, con esta situación sí se están registrando más casos. Pero como mínimo, indica, este cuadro de ansiedad y de miedo que se siente después de que alguien nos toque debe sentirse durante más de 6 meses para considerarse una fobia ‘per se’, pero sobre todo que resulte incapacitante para la vida de la persona.
“Si tiene que reincorporarse al trabajo y no puede, le entra el pánico si alguien le roza, una cosa es que te moleste y te cause tensión, pero si tienes un miedo irracional, te da un ataque de pánico cuando alguien te toca, ya hay un problema”, advierte la especialista del Colegio de Psicólogos de Madrid.
A su juicio, será importante verificar en seis meses, que habrá menos cifras de contagios, fallecimientos y de presión en las UCI, cuántas personas sufrirán de hafefobia, porque ahora estamos aislados. “Si esto se nos queda un tiempo tendremos un problema, pero lo normal es que estos casos disminuyan en un 99% de casos, y sólo unos pocos quedarán enquistados”, agrega.
Poco a poco, según insiste, no volverá a costarnos el que alguien nos roce, o nos dé un abrazo o incluso un beso. “Por aproximaciones sucesivas se cura, poco a poco, debemos empezar a salir a dar una vuelta, luego ir un poco más lejos, y que la persona vea que sí puede hacerlo y sin que ocurra nada terrible. Te vas habituando si lo haces poco a poco. Según la evidencia científica, a los 21 días te habitúas y poco a poco te acostumbras, pero hay que entrenarlo”, sentencia la psicóloga.
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