Enrique Ponce está a poco tiempo de firmar definitivamente el divorcio con Paloma Cuevas, con la que goza de una muy buena relación, y, además, el torero está sumergido de lleno en esta nueva temporada taurina, como recientemente demostró en la Feria de San Isidro.
A pesar de estar locamente enamorado de Ana Soria, parece que la joven no ha podido acompañarle en el día de su corrida y se ha presentado solo en la plaza de toros. Enrique Ponce salía sin querer hacer declaraciones a la prensa ni sobre su divorcio ni sobre la ausencia de Ana Soria en la comunión de su hija y es que ya sabemos que la discreción es una de las características del torero.
Enrique Ponce se muestra inmóvil dentro del vehículo donde va en el asiento de copiloto y no contesta a ninguna de las preguntas de la prensa. El torero se rasca la nariz y se muestra incómodo ante las preguntas de los medios, pero no baja la ventanilla para despejar los rumores que hay entorno a la comunión de su hija y la firma del divorcio.
A pesar de que están cerca de cumplir un año como pareja, que celebrarán, si todo marcha bien, el próximo mes de julio, Enrique Ponce y Ana Soria se enfrentan ahora a una cuestión determinante para su futuro, la presencia de Ana Soria en una importante cita familiar, que ha puesto en un auténtico aprieto al torero valenciano, quien tendrá que tomar en los próximos días una decisión.
Y es que Bianca, la hija menor de Ponce y su exmujer, Paloma Cuevas, hará la comunión en las próximas semanas y el matador de toros aún no las tiene todas consigo para decidirse a llevar a su nueva pareja, la joven almeriense Ana Soria, a la celebración. Así lo recoge el portal Jaleos, que destaca la "encrucijada" a la que se enfrenta Ponce con la comunión de su hija pequeña, que a buen seguro será muy diferente a la de su hermana mayor, Paloma, que se celebró en 2017.
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