Crónicas del ayer: el oscuro caso de la enfermera británica desaparecida

Un crimen sin cadáver ocurrido en 1991

Los hechos ocurrieron en Aguadulce.
Los hechos ocurrieron en Aguadulce. La Voz
José Ángel Pérez
21:00 • 04 nov. 2022

Alexandra Lily Lye, tenia 27 años. Morena, de pequeña estatura, rondaba los 80 kilos de peso. Hasta su desaparición llevaba solo diez días de vacaciones en Aguadulce. Llegó a la capital el 17 de agosto de 1991 en el vuelo directo Londres-Málaga, acompañada de su amiga Ana Maria Pearson, de 30 años. Ambas trabajaban como enfermeras en el hospital Santo Tomás de la capital británica y alquilaron hasta el 31 de agosto un apartamento en Aguadulce en la séptima planta del edificio Crucero.



El jueves, 29 de agosto, Ana Maria Pearson se despidió de su amiga por ultima vez. La despedida no fue cara a cara, sino a través de la puerta de acceso al cuarto de baño.



El 30 de agosto, sobre las ocho de la mañana, un vecino del edificio descubrió en el rellano de la cuarta planta, junto a la puerta del ascensor y acceso al parking, un gran charco de sangre cuyo reguero procedía de la escalera y llegaba hasta la séptima planta.



La puerta número 2 en la séptima planta del edificio estaba cerrada. Al forzarla, la Guardia Civil encontró, a un metro de distancia, un gran charco de sangre de varios centímetros de espesor.



Dentro de la vivienda no había nadie. Tampoco se apreciaron señales de lucha o violencia. En el salón, en una pequeña mesa, se halló el pasaporte de la británica dentro de una pequeña bolsa de viaje. Tampoco se encontró dinero u otros efectos de valor.



La cantidad de sangre esparcida se calculó entre los cuatro y cinco litros. La hipótesis fue que la enfermera fue agredida en el cuello con algún objeto punzante o cortante cuando se disponía a salir por la puerta o abrírsela a alguien, seguramente un conocido.



Se determinó que el cuerpo fue arrastrado por los pies hasta la cuarta planta. Mientras tanto Ana María Pearson, su amiga enfermera y el joven británico que la acompañaba declararon ante el juez Socías, que autorizó la salida del país para ambos, aunque ella lo hizo una semana después al confirmarse la desaparición de su amiga.



Alexandra Lily fue vista en el pub El Australiano, cerca de su domicilio, sobre las diez de la noche. Allí, permaneció hasta las cuatro de la madrugada, unas veces bebiendo sola y otras acompañada de amigos y conocidos circunstanciales.


Los propietarios del local con los que estuvo después tomando copas en otros pubs de Aguadulce fueron las personas que la acompañaron hasta el apartamento del edificio Crucero esa misma madrugada, sobre las cuatro y media de la mañana. Las investigaciones determinaron que el hecho pudo producirse entre las cuatro y media y las cinco y media de la mañana. Se estimó que el cuerpo pudo ser trasladado por una sola persona, que tenía prisa porque estaba empezando a amanecer y no le daba tiempo a limpiar la sangre.


La justicia se encontró entonces con una figura no muy habitual en el apartado criminal. No existe cadáver. Se trata pues de un crimen sin cadáver. La Guardia Civil detuvo al matrimonio propietario del pub El Australiano.


El juez Nicolás Poveda Peña señaló la prisión para el matrimonio. Sin embargo, dos semanas más tarde, Sonia Gil quedó en libertad bajo una fianza de 250.000 pesetas.


La detención del matrimonio se produjo a raíz de que la Guardia Civil hallara manchas de sangre en el coche del matrimonio, aunque tales manchas según se comprobó no pertenecían al mismo grupo de la enfermera desaparecida.


En relación con el caso, Ian Welch pasó seis meses en prisión, hasta que el 4 de marzo de 1992 el juez Antonio Vicente, que retomó al caso llevado inicialmente por el juez Poveda, decretó su libertad bajo fianza de 750.000 pesetas. El 10 de mayo de 1992 la Audiencia Provincial de Almería acordó el sobreseimiento provisional de la causa, por la inexistencia de motivos o pruebas para acusar al único implicado.


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