Crónica del ayer: El secuestro y crimen del taxista Pepe Ruiz

El 21 de abril de 1999 apareció el cadáver del taxista almeriense José R. de 51 años de edad semienterrado en una acequia de una finca del paraje de Los Candiles en el término municipal de Pechina. La víctima se encontraba en paradero desaparecido desde el día 14 de ese mismo mes y la familia alarmada intuyendo que podía haberle sucedido algo comunicó oficialmente a las autoridades almerienses su extraña desaparición, Durante días posteriores sin tener noticias del taxista- una persona muy querida y respetada en el gremio- su búsqueda se intensificó por toda la capital destacando en esa solidaria acción una nutrida representación de compañeros del taxi, unidos en las labores de su localización junto a varios grupos de amigos y efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado

Un agricultor de la zona de Pechina fue la persona que de manera accidental el 21 de abril halló su cuerpo semienterrado junto a un bancal al lado de una acequia de riego. El cadáver con el rostro tumefacto, presentaba un fuerte golpe en la cabeza y otros signos que denotaron una extremada violencia. Durante la investigación la Guardia Civil determinó que el móvil del crimen, fue el robo del dinero de la recaudación que esa noche llevaba consigo el taxista, Horas más tarde, su coche fue localizado en la barriada nijareña de Campohermoso en una zona poco habitada y apartada del núcleo urbano totalmente calcinado.

Según las investigaciones de los agentes de la Benemérita, el infortunado taxista fue visto con vida la noche del 13 de abril en la estación de autobuses de la plaza de Barcelona donde recogió a dos personas perdiéndosele la pista a partir de ese momento. Dos meses más tarde, la Policía Judicial de la Guardia Civil detuvo a los autores del asesinato tras una minuciosa y paciente investigación cuya primera pista arrancó en las inmediaciones de la barriada de Cabo de Gata. La Guardia Civil detuvo a dos jóvenes. quienes con premeditación habían planeado el atraco y la muerte si el taxista ofrecía resistencia para entregarles el dinero de la recaudación de ese día, como desgraciadamente así ocurrió. Un jurado popular durante el juicio celebrado en el mes de diciembre de 2002 los consideró culpables del asesinato por lo que la Audiencia Provincial de Almería condenó a los dos criminales a la pena de 19 años y seis meses de reclusión. condena que hicieron efectiva en el centro penitenciario de Acebuche.