Crónicas del ayer: El caso del piloto desvergonzado

Ganó casi 50.000 euros con denuncias falsas

Piloto de aviones.
Piloto de aviones. La Voz
José Ángel Pérez
20:02 • 20 feb. 2023

La Policía Nacional detuvo el 14 de abril de 2011 en la capital a un piloto de una aerolínea comercial como presunto autor de un delito continuado de simulación de delito y estafa, ya que el individuo en cuestión, llegó a interponer hasta once denuncias falsas con las que llegó a cobrar de las compañías de seguros hasta 49.700 euros. El 'modus operandi' del detenido de 34 años consistía en denunciar en las Comisarías de Policía haber sido victima de un robo con fuerza o con violencia, que nunca llegaron a suceder para así una vez con la copia de la denuncia, cobrar las correspondientes indemnizaciones de los seguros que tenía contratados.



Desde el 2003, hace veinte años, el piloto venía denunciando robos con violencia sobre su persona, así como robos en algunos de sus diferentes domicilios repartidos por la geografía nacional, más concretamente en las Islas Canarias y en Madrid, sin que, en ningún caso, según la Policía, se produjeran estos hechos delictivos. El patrón seguido en todas las denuncias interpuestas fue clave para su descubrimiento y posterior detención. En todos los atestados tramitados donde aparecía como denunciante, existían ciertas similitudes en la declaración de los hechos, tales como que en todos los robos sufridos por este individuo contra su persona el procedimiento era el mismo. Dos personas- delgadas de estatura media y jóvenes- a las que nunca había llegado a identificar, ni aportar cualquier tipo de pista, le sustraían sus efectos utilizando para robarle un arma blanca intimidandole.



Por otro lado, cuando se trataba de robos en alguno de sus domicilios, estos siempre se producían rompiendo alguna de las ventanas de la vivienda, o puerta la trasera. En ocasiones, denunció la sustracción de algunos efectos, entre ellos su DNI, que posteriormente volvió a denunciar consecutivamente sin que quedase acreditada la recuperación de los mismos o la renovación del citado documento. El sujeto tenía bastante bien estudiado su plan. Repartía siempre las denuncias especialmente en Madrid, en diferentes Comisarías de Distrito y solía dejar un cierto espacio de tiempo- entre tres y cuatro meses- en repetir la misma historia. Un avezado agente de la Policía Judicial, quien al parecer fue testigo en una de sus comparecencias en la Oficina de Denuncias, fue quien dio la alerta “levantando la liebre” a raíz de una denuncia tramitada en la Comisaría de Distrito de Triana en Sevilla durante el verano de 2010, en la que hacía alusión al robo de un reloj valorado en 5.000 euros, lo que provocó que se iniciara una investigación resultando infructuosa, lo que dio lugar a las primeras sospechas sobre la veracidad de los hechos.



Igualmente, en sus declaraciones en cada una de estas falsas denuncias se denotaba un especial interés por ocultar que los efectos supuestamente sustraídos estaban asegurados, y para impedir la investigación policial, aportaba datos confusos o frenaba la labor de los investigadores. Una vez que la investigación dio como resultado la supuesta implicación de este individuo en los hechos, se inició un dispositivo tendente a su localización y detención comprobando que el individuo tenía previsto pilotar un vuelo desde Sevilla hasta Almería en la noche del 10 de abril. Conociendo este extremo, se procedió a su arresto en la capital para no provocar la suspensión del vuelo y perjudicar, de esta forma, a los pasajeros de la aeronave. Curiosamente tras declarar ante la Policía pasó a disposición judicial, pero tras su comparecencia ante el juez, el desvergonzado piloto, no llegó a ingresar en prisión, quedado finalmente en libertad sin fianza por estimar el magistrado la inexistencia de pruebas contundentes en su contra.







Temas relacionados

para ti

en destaque