El proyecto Carmenes ha multiplicado los planetas conocidos en el vecindario solar ya que ha hecho posible el descubrimiento de 59 exoplanetas, algunos de ellos "potencialmente habitables" mediante 20.000 observaciones realizadas desde el telescopio del Observatorio Astronómico Calar Alto (CAHA) en Gérgal (Almería).
El estudio, fruto de un consorcio de instituciones españolas y alemanas, demuestra que el instrumento es un "éxito" y que "continuará proporcionando información sobre estrellas frías pequeñas hasta al menos finales de 2023", según informan el Institut d´Estudis Espacials de Catalunya (IEEC), el Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC), el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
El proyecto Carmenes acaba de publicar los datos correspondientes a unas 20.000 observaciones tomadas entre 2016 y 2020 de una muestra de 362 estrellas frías cercanas empleando un instrumento construido en Calar Alto con el propósito de encontrar exoplanetas similares a la Tierra (rocosos y templados), con posibilidad de albergar agua en su superficie si están situados en la llamada zona habitable de su estrella, recoge Europa Press.
Entre la multitud de datos liberados, destacan los que han permitido el descubrimiento de 59 exoplanetas, "una decena de los cuales son potencialmente habitables". El estudio se ha publicado este miércoles en la revista especializada Astronomy & Astrophysics.
Carmenes es el nombre del proyecto científico, pero también del instrumento con el que se realizan las observaciones y del consorcio que se encargó de diseñarlo y construirlo.
Más de 200 científicos e ingenieros de 11 instituciones españolas y alemanas dan vida al proyecto, en el que los investigadores del Institut d´Estudis Espacials de Catalunya (IEEC) en el Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC) tienen un papel destacado. De hecho, el director del IEEC, Ignasi Ribas, es el primer autor de este trabajo recién publicado.
Le acompañan un centenar de expertos de más de 30 centros de investigación, entre los que se encuentran el resto de instituciones del consorcio: el Max-Planck-Institut für Astronomie (MPIA), el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), el Landessternwarte Königstuhl (LSW), el Institut für Astrophysik Göttingen (IAG), la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el Thüringer Landessternwarte Tautenburg (TLS), el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), el Hamburger Sternwarte (HS), el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA) y el Centro Astronómico Hispano-Alemán (CAHA).
El instrumento es un espectrógrafo que opera en el óptico y el infrarrojo cercano, es decir, un aparato que mide tanto la luz visible como la infrarroja de los objetos hacia los que apunta.
Se instaló en 2015 en el Observatorio de Calar Alto con el objetivo de encontrar exoplanetas de tipo terrestre en estrellas frías cercanas (las llamadas enanas rojas).
La luz recogida de una estrella determinada (el espectro estelar) puede delatar la presencia de exoplanetas, ya que permite medir los pequeños movimientos de la estrella producidos por la atracción gravitatoria de los planetas que la orbitan.
Los espectros de alta resolución que se obtienen con Carmenes sirven para determinar la velocidad de la estrella con una precisión de un metro por segundo, lo cual representa un reto tecnológico de primer nivel. Esto permite encontrar planetas pequeños alrededor de estrellas de baja masa.
"Desde que entró en funcionamiento, Carmenes ha reanalizado 17 planetas conocidos y ha descubierto y confirmado 59 nuevos planetas en la vecindad de nuestro Sistema Solar, contribuyendo notablemente a ampliar el censo de exoplanetas próximos", explica el Ribas, quien precisa que, de hecho, este instrumento "ha multiplicado el número de exoplanetas que conocemos alrededor de estrellas frías cercanas, doblando los detectados con el método previamente expuesto".
Añade que es de esperar que, con la publicación de este primer gran conjunto de datos, la comunidad investigadora se lance a analizarlos y se pueda incrementar aún más su producción científica.
Cabe destacar que con Carmenes se han observado prácticamente la mitad de todas las estrellas pequeñas cercanas, cuando una parte de ellas solo puede observarse desde el hemisferio sur. Además, los espectros obtenidos también proporcionan información muy valiosa sobre las atmósferas de las estrellas y de sus planetas, entre otras características, según apunta.
El artículo publicado en Astronomy & Astrophysics es precisamente el número 100 del consorcio Carmenes, lo cual "muestra el éxito que ha logrado el proyecto proporcionando información sobre exoplanetas parecidos a la Tierra y sus estrellas".
En este estudio se han liberado los datos correspondientes a la información obtenida con luz visible. Los expertos aún están mejorando el procesado de los datos obtenidos en el infrarrojo, con lo que, cuando se publiquen, los astrónomos tendrán un segundo gran conjunto de observaciones sobre las que trabajar.
Este proyecto tiene su continuidad en Carmenes Legacy-Plus, que se inició en 2021 y continúa tomando más observaciones sobre las mismas estrellas.
"Para poder determinar la existencia de planetas alrededor de una estrella, la observamos un mínimo de 50 veces", explica Juan Carlos Morales, investigador del IEEC en el ICE-CSIC, quien señala que la primera ronda de datos ya se ha publicado "para que la comunidad científica pueda acceder a ellos, estas series de observaciones aún no han concluido".
Las observaciones realizadas en esta extensión del proyecto continuarán al menos hasta finales de 2023.
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