Crónicas del ayer: robo de joyas por 100 millones de pesetas en pleno centro

Fue uno de los mayores robos registrados en Almería por el procedimiento del butrón

Robo por el procedimiento del butrón.
Robo por el procedimiento del butrón.
José Ángel Pérez
21:00 • 23 feb. 2023

La Policía Nacional detuvo la mañana del 15 de mayo de 2000 en Ibiza a los presuntos autores de uno de los mayores robos registrados en Almería por el procedimiento del butrón- entrar en un local o vivienda efectuando un agujero en la pared, considerados como los autores del desvalijamiento de la joyería Coral, en pleno centro de la capital y en cuya criminal acción los delincuentes se apoderaron de alrededor de unos 100 millones de pesetas en joyas. 



Los cuatro detenidos, de nacionalidad albano-kosovar, formaban una banda de expertos profesionales especializada en el método del butrón con el que habrían perpetrado otro indeterminado número de robos en varias capitales españolas además del de Almería, en las provincias de Castellón, Murcia y Barcelona. Los sujetos, tres de ellos de sólida formación militar en sus países de origen- habían llegado a la capital almeriense la primera semana del mes de marzo procedentes de Alicante donde habitualmente mantenían su residencia en una urbanización próxima a la capital.



Los cuatro individuos, de edades comprendidas entre los 21 y los 30 años disponían de documentos y pasaportes falsos que los acreditaban como ciudadanos de Italia y Grecia. Su sistema de operaciones se articulaba con un cometido concreto para cada uno de ellos y una rígida disciplina interna y jerarquizada lo que hizo sospechar a la policía de que se trataba de una organización delictiva con un pasado militar o paramilitar en su zona de origen. Siempre utilizaban ropa de color oscuro, gafas de sol, usaban guantes en sus planificados golpes para no dejar huellas y evitaban implicarse en disputas con sus víctimas o enfrentamientos con derramamiento de sangre. 



La forma calculada en que planifican sus operaciones se pone de relieve si se tiene en cuenta que el desvalijamiento de la joyería Coral de Almería se realizó coincidiendo con la jornada electoral del 12 de marzo, con la Policía ocupada casi de forma exclusiva en vigilar los colegios electorales. No fue hasta el día siguiente cuando el dueño del establecimiento, al abrir la joyería, se percató del robo y lo denunció. Estas bandas organizadas llegaron a nuestro país a finales de los ochenta y principio de la década de los noventa. Como se ha comentado, además de la preparación militar de sus componentes, estos individuos disponían de una avanzada tecnología, capaz de anular los sistemas de alarma, scanner con las frecuencias policiales y herramientas para reventar una caja fuerte en pocos minutos. Muchos de estos ladrones que esos años hicieron su agosto en nuestro país, tras lograr eludir la acción de la justicia española, se retiraron a sus lugares de origen, especialmente Albania, disfrutando de una placentera vida sin sobresaltos económicos.



Además de joyerías, otros objetivos favoritos fueron las naves industriales de los polígonos en las afueras de las ciudades. Allí entraban por el techo de las naves- haciendo un ri-fi-fi- un agujero en el techo del local. Una vez inhibidas las alarmas arramblaban con todo lo que estimaban de valor. Desde la mercancía generalmente relacionadas con la informática, telefonía móvil o material audiovisual pasando por cajas de quesos o jamones. En horas todo desaparece y una vez “enfriado” el material robado, rápidamente lo ponen en circulación con destino a otros países y aunque los pillen, de nada o casi nada los pueden acusar- si acaso de receptación-, estos delincuentes profesionales evitan dejar huellas o restos de ADN y para sortear las cámaras de seguridad se enfundan sus trajes negros, capuchas y a vivir. Si llegan a entrar en la cárcel. Una vez libres se organizan de nuevo, cambian de lugar de residencia. Adquieren nueva documentación falsa y vuelven a intentarlo. Las cárceles están saturadas y proliferan las libertades provisionales siempre que se trate de delitos graves como asesinatos, violaciones o terrorismo.






Temas relacionados

para ti

en destaque