A las doce de la mañana del 7 de febrero de 1989 se llevaba a cabo en Chirivel el entierro de Andrés Vilches Ruiz, ex alcalde y ex párroco de este municipio fallecido en un violento y espectacular accidente de circulación la madrugada del lunes 6 de febrero, al estrellarse frontalmente contra un árbol el vehículo que la victima conducía. Andrés Vilches a esa hora se dirigía a la localidad de Vélez Rubio donde residía junto a su familia y ejercía como profesor en el Instituto de Enseñanza Media.
El vehículo que conducía un Opel Corsa matricula AL-4725-L se salió por el margen derecho de la calzada e impactó contra un árbol en la carretera nacional 342 que de Baza y Puerto Lumbreras a la altura del kilómetro 126.500 en el paraje “El Vivero” situado a menos de quinientos metros del cuartel de la Guardia Civil de esta localidad.
Andrés Vilches había nacido en María y tenía 48 años, viajaba solo y llevaba colocado el cinturón de seguridad. El exceso de velocidad, somnolencia o cualquier otra cosa incidió fatalmente en el accidente de Vilches, concejal independiente del ayuntamiento de Chirivel.
Los vecinos lo apreciaban y en su gran mayoría coincidían en que se trataba de un hombre bueno, con sus defectos y virtudes que hizo mucho por Chirivel.
Su nombre saltó a los periódicos el 6 de marzo de 1987 en un desagradable incidente siendo alcalde por las filas del PSOE, al ser supuestamente secuestrado y golpeado por el comandante de puesto de la Guardia Civil de Chirivel, y otro agente siendo interceptado en la calle frente a su domicilio llevándole a un descampado donde fue agredido y vejado.
Este hecho fue denunciado en el juzgado número 1 de Huércal-Overa. El abogado Darío Fernández asumió la defensa de Vilches solicitando a la Audiencia el ingreso en prisión de los agentes por atentado, lesiones y detención ilegal. Ese mismo día el gobernador civil ordenó la inmediata retirada del servicio de los guardias civiles, su traslado y la suspensión provisional de sus funciones.
Conocido el incidente cientos de personas se manifestaron apoyando al alcalde, cortando el tráfico durante una hora en la carretera Murcia-Granada y concentrarse ante el cuartel de la Guardia Civil con gritos de desaprobación por la actitud de estos dos miembros de la Benemérita al tiempo que la Jefatura de la Guardia Civil de Almería iniciaba un expediente para conocer puntualmente y pormenorizadamente todos los detalles de esta disparatada agresión.
Vilches tras su paso por el Partido Socialista Obrero Español se presentó en las elecciones municipales de 1986 por un grupo Independiente. Fue párroco hasta 1983, en que fue suspendido de sus tareas eclesiásticas a raíz de su elección como alcalde. Ganó en las urnas, pero no obtuvo mayoría absoluta.
Tras un año de difícil gobierno, la oposición del PSOE y de Alianza Popular consiguieron arrebatarle el sillón presidencial del ayuntamiento de Chirivel. Las discrepancias surgieron porque tanto aliancistas como socialistas se opusieron a que el cura-alcalde percibiera mensualmente 120.000 pesetas por su dedicación exclusiva al consistorio.
Eran muchos los que lo admiraban y muchos los que tenía en contra, aunque era uno de los alcaldes que gozaba de mayor popularidad por su carácter extravertido, no exento de buen humor.
También se criticaba que Vilches siempre estaba rodeado de mujeres a la hora de trabajar y en el comité provincial de su partido se le consideraba un innovador por su interés en mantener una equiparación de posibilidades entre hombres y mujeres. Y quizá por esta actitud en más de una ocasión se había ganado algunas críticas.
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