Queda la duda de saber, si Maria Dolores López Resino “Lola” una de las más activas integrantes de ETA durante la década de los años ochenta en el País Vasco y Cataluña, nacida en Sierro ha tenido algo que ver con alguno de los atentados que mataron a una decena de policías, guardias civiles y paisanos de Almería y dejaron heridos a otros dieciocho con distintas y variadas secuelas. En Sierro, este pequeño pueblo enclavado en la zona norte de la provincia, apenas nadie la recuerda ni tampoco saben de sus sangrientas acciones Jamás hubo ningún contacto entre la terrorista y sus familiares pese a que su infancia transcurrió en Sierro donde algunos vecinos la recuerdan como una niña rara y traviesa.
Maria Dolores López Resino “Lola” nacida el 20 de febrero de 1951. formó parte del “comando Barcelona” responsable del atentado de la casa cuartel de la Guardia Civil de Vich en 1991 que causó nueve muertos, entre ellos cinco niños. La etarra almeriense está involucrada en los secuestros del abogado Cosme Delcaux y del empresario José María Aldaya
María Dolores López Resino, era una eficaz organizadora de logística de los comandos terroristas de ETA y responsable de infraestructuras del “Comando Barcelona”. A los 18 años en Granollers se integró en grupos de izquierdas cuando cursaba estudios hasta que en 1971 empezó a trabajar en una fábrica textil ingresando en el Partido Comunista Internacional. En 1980 fue detenida por colocar un artefacto en el monumento a los caídos en Barcelona, pasando ocho años en la cárcel de “Yeserías”. Allí fue cuando entró en contacto con reclusas de la organización terrorista. En la calle desde 1988, la Policía le perdió la pista, huyendo a Francia hasta que cayó el segundo “Comando Barcelona” en 1999 y con las Olimpiada 92 de Barcelona por seguridad, Lola” huyó al sur de Francia.
Los Servicios de Información de la Guardia Civil, la Policía y el CESID intensificaron las labores de prevención ante la posibilidad de que tratara de esconderse en Almería, pero nunca llegó a ser detectada por estas tierras.
Desde 1991 María Dolores López ya era objetivo policial en materia antiterrorista. La almeriense era del comando que logró huir tras la detención del máximo responsable del “comando Barcelona” el 28 de abril de 1994.
El 19 de marzo de 1992 la Guardia Civil la identificó viviendo en Santander, formando parte del “Comando Mugarri “desarticulado por la Policía y que logró huir del piso franco donde se habían refugiado los terroristas, antes de llegar la Policía, detectados cuando preparaban atentados en Cantabria y Asturias.
En 1993, la almeriense era lugarteniente del comando al que se les atribuyó de colocar un coche bomba en la calle Vila Vilá de Barcelona el 5 de agosto de 1993 que pudo ser desactivada por los Tedax de la Policía, aunque el 14 de agosto de 1993 colocaron otro artefacto explosivo en un restaurante del puerto olímpico de Barcelona causando heridos de diferentes pronósticos. A Dolores López Resino y al “comando Barcelona se le adjudicó la autoría de explosionar otro coche-bomba en la estación de Sants de Barcelona el 29 de octubre de 1993 originando importantes daños materiales y este comando el 7 de febrero de 1994 fue quien asesinó al coronel del ejército de tierra Leopoldo García.
Finalmente, a “Lola” y sus colaboradores se le imputó el atentado contra el Gobierno Militar de Barcelona el 19 de abril de 1994, en el que murió un transeúnte y otras seis personas más resultaron heridas.
Tras una corta desaparición el comando reapareció en 1995 con el brutal atentado en los aparcamientos subterráneos de Hipercor de Barcelona que causó la muerte de 21 personas y más de treinta heridos, aunque la etarra almeriense no intervino en esta acción
“Lola” pasó a Francia donde estuvo oculta y protegida durante cierto tiempo hasta que fue detenida en 2001 y extraditada a España. El 10 de marzo de 2008 la Audiencia Nacional la condenó a 19 años de cárcel por colocar en octubre de 1993 un coche bomba en la estación de Sants de la ciudad condal sin causar heridos.
Desde el 1 de febrero de 2008 la etarra se sentó hasta cuatro veces en el banquillo por distintas causas solicitando la Fiscalía para ella 212 años y medio de cárcel siendo condenada a 28 años. Meses después “Lola” volvió a enfrentarse a un tribunal al solicitar el ministerio fiscal otros 49 años y medio de prisión por recabar información sobre posibles objetivos de la banda entre enero y febrero de 1992.
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