En la búsqueda de la eterna juventud cada vez son más los tratamientos estéticos para luchar contra las arrugas y lucir un rostro firme y radiante. La última tendencia, que cada vez gana más adeptos gracias a la popularidad que ha alcanzado en redes sociales como TikTok, es el 'Face Taping' o la 'Terapia del celo'. Un método antienvejecimiento de lo más oiginal que algunas influencers usan bajo el maquillaje con el fin de conseguir un efecto lifting, y otras durante la noche para intentar tratar la piel de ese modo.
La realidad es que el 'Face Taping' no es algo novedoso de la generación Z. Imposible olvidar a Carmen Sevilla confesando, hace muchos años, que su secreto antiedad era colocarse esparadrapos en el rostro y hacia la nuca con el objetivo de reafirmar su aspecto. Asimismo, las cintas para “estirar” el rostro han sido un habitual del maquillaje de Hollywood desde tiempos inmemoriables, con personajes como Raquel Welch como máxima embajadora de su uso.
¿Y qué es exactamente el 'Face Taping'?
El 'Face Taping' significa, literalmente traducido del inglés: “pegarse la cara con adhesivos” y, en esencia, es exactamente lo que parece. Es una técnica que pretende combatir y prevenir las arrugas y la flacidez facial utilizando cinta adhesiva estratégicamente colocada en diferentes áreas del rostro.
Si se aplica de noche, la cinta debe sostener los músculos y limitar su movimiento, como si de un bótox DIY se tratase, evitando gestos como fruncir el ceño o expresiones que inducen líneas y que se pueden producir mientras sueñas. La teoría dice que reduce y previene las líneas causadas por dormir de lado y boca abajo.
Por otro lado, el 'Face Taping' también se puede usar para un efecto lifting inmediato, como si de una “faja” facial se tratase.
En este sentido, se suele ubicar de mejillas a sienes o desde el mentón a la zona inferior de la oreja, disimulándolas después con el respectivo maquillaje. No obstante, hay mucha libertad y cada cual lo usa según lo que desee disimular.
¿Cómo son?
Las más famosas son unas pegatinas faciales en tono nude que vienen en varias formas y tamaños dependiendo de la zona a cubrir o estirar, y suelen incluir una goma que hace el efecto lifting.
Por otro lado, hay gente que usa cintas más parecidas al tradicional papel celofán, pero con acabado siliconado y en tono transparente o maquillaje para asegurar que quedan naturales. También hay cintas similares a las que ponen los fisioterapeutas para resolver contracturas y otras dolencias musculares.
Beneficios del Face Taping
Hay una cuestión evidente: el rostro se ve más reafirmado cuando se lleva un buen 'Face Taping'. Sin embargo, David Deibis maquillador de Perricone MD, cuestiona la técnica ya que: “Exige mucha cantidad de maquillaje para cubrir las cintas adhesivas, provocando un look final demasiado recargado y poco natural”.
Por otro lado, los beneficios de su uso mientras dormimos son un tanto discutibles. Raquel González, cosmetóloga y directora de educación de la misma firma comenta que “la cinta no va a reducir las arrugas ni va a trabajar sobre la firmeza ya que se debe tratar desde dentro con estimulación por maquinaria facial o mediante el uso diario de cosméticos que fomenten la producción de colágeno y elastina o con principios que enfaticen la firmeza muscular".
Para Elisabeth San Gregorio, directora técnica de la firma Medik8 es un parche: “Ofrecen un efecto lifting instantáneo, pero no una solución a largo plazo”, afirma.
Posibles efectos adversos del 'Face Taping'
Entre las principales desventajas está la incomodidad de usarlas, ya que no suelen ser demasiado agradables, requierendemasiado maquillaje y es fácil que tengamos que retocarlo continuamente para evitar que se vean con el paso de las horas.
Además, “pueden causar irritación, sobre todo en aquellas pieles más sensibles, algo que suele ocurrir cuando procedemos a despegarlas. Tampoco el propio pegamento que incluyen beneficia a la piel”, explica Estefanía Nieto, directora técnica de la firma Omorovicza.
En definitiva: ¿sí o no al Face Taping?
En resumen, puede mostrar un rostro armónico a la vista, pero nunca ofrecerá tratamiento a largo plazo. Además utilizar las cintas resulta incómodo y obligará a usar maquillaje en exceso para intentar disimularlas algo que, además, suele ser difícil de conseguir. “Podremos conseguir el efecto en una foto, pero en persona, es muy probable que sea fácilmente perceptible”; añade Deibis.
Por último, puede irritar la piel al despegar el adhesivo. Ahora está que con su ventajas y desventajas, cada una decida si le merece la pena o no.
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