El 4 de septiembre de 2005 y ante el juzgado de instrucción numero 2 de Vera, prestaron declaración los dieciocho tripulantes del buque chipriota “Cape Kass” a los que dos días antes, la Guardia Civil de Almería y el Servicio de Vigilancia Aduanera en una intervención conjunta, localizaron un total de 260 kilos de cocaína de gran pureza horas más tarde de que la embarcación procedente de Colombia atracase en el puerto comercial de Carboneras. La droga, envasada en 212 paquetes recubiertos de plástico y de un peso aproximado de unos 250 gramos, viajaba oculta en unas cavidades metálicas tipo “torpedo” adheridas en el casco debajo de la línea de flotación del buque.
El carguero, con una tripulación de 18 personas a bordo, cuyo capitán A.G. de 38 años de nacionalidad ucraniana ha sido detenido, y el resto de los marineros figuran como imputados, se encontraba desde hacía unos meses bajo control de las autoridades antidroga de varios países, entre ellos España, sospechoso de que pudiera estar dedicándose a labores de narcotráfico. La tripulación del mercante, que se encuentran a disposición de las autoridades judiciales la forman catorce ciudadanos ucranianos, tres rusos y uno de Azerbaiyán en edades comprendidas entre los 30 y 48 años.
El “Cape Kass” que transportaba una carga de ciento sesenta mil toneladas de carbón, procedente de Colombia, llegó a las costas almerienses en torno a las once de la mañana para efectuar la descarga de mercancía en el puerto que la central térmica de Endesa tiene en Carboneras.
A su llegada, tanto la Guardia Civil como Aduanas ya tenían establecido un dispositivo especial. A la una de la tarde, con una información ya contrastada al máximo, de que el buque podría trasportar droga se activó la denominada “Operación Bolívar”por lo que se inicio la inspección del buque cuyas labores concluyeron pasadas las siete de la tarde.
Efectivos de los GEAS, buzos de la Guardia Civil, desplazados desde Cartagena junto a submarinistas y personal de la central térmica examinaron minuciosamente el buque durante unas seis horas y bajando a profundidades de más de veinte metros.
Las inmersiones se vieron dificultadas por la envergadura del mercante, un buque de 300 metros de eslora y 45 de manga. Los submarinistas localizaron la cocaína introducida en dos torpedos cilíndricos adheridos a la parte exterior del buque donde se ubican los estabilizadores para pasar desapercibidos.
El sistema es nuevo en España, aunque ya en otros países se han detectado estos artilugios en otras embarcaciones. Los “torpedos” se construyen especialmente para este tipo de envíos, utilizando acero de gran resistencia a los que adosan al casco del buque mediante unos sistemas de gatos hidráulicos que los aseguran plenamente dejándolos estancados e inmóviles ante cualquier tipo de emergencia marina durante la navegación.
Esta aprehensión de cocaína fue hasta ahora la más importante que se ha llevado a cabo en Andalucía Oriental en toda la historia y por supuesto en Almería.
El 20 de abril de 1998, la Guardia Civil logró incautarse de otros 160 kilos de cocaína en el interior del buque “Timawara” frente a Carboneras procedente del puerto colombiano Prodeco de Santa Marta. La droga venia oculta en el eje del timón.
La “operación Bolívar” se mantuvo abierta varios meses para analizar los movimientos que tuvo este barco que hace unos meses salió del puerto de Gijón rumbo a Colombia para transportar una carga de carbón con destino al puerto de Carboneras.
En 1987 la Policía se incautó de 77 kilos de esta sustancia que venía oculta entre el hueco del ancla del buque panameño “Anadria” que estaba fondeado frente al puerto de Carboneras para cargar yeso y en cuya operación fueron detenidas catorce personas.
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