¡Vamos a la playa! Calienta el sol, coge el ‘carakini’ y vámonos

En medio de las crecientes olas de calor que azotan el planeta este verano, la industria de la moda ha encontrado una oportunidad sorprendente para innovar. Los fabricantes chinos han creado el revolucionario 'Carakini', un complemento de moda que está causando sensación en China y promete ser la tendencia del verano.

El 'Carakini' es una máscara facial y de cabeza que proporciona una protección completa contra los dañinos rayos solares. China ha estado experimentando semanas de insoportables olas de calor, con máximas que superan los 52 grados en algunos puntos del país.

Más allá de cuestiones estéticas, las mujeres chinas han adoptado el 'Carakini' no solo como una forma de protegerse de los nocivos rayos solares, sino también como una manera de mantener su piel blanca, una etiqueta social importante en su país. La piel morena se asocia con quienes trabajan en el campo, expuestos al sol, mientras que la piel blanca representa a las personas que trabajan en oficinas, viven en la ciudad y tienen una posición social más elevada.

Aunque puede parecer extraño desde la perspectiva europea, los carakinis se han convertido en una opción popular para aquellos que buscan disfrutar del verano sin comprometer su salud.

Sin embargo, algunos especialistas en dermatología advierten sobre el uso de esta vestimenta para el cuidado de la salud en general. Señalan que si los 'Carakinis' están fabricados con poliuretano, pueden ser altamente contaminantes, ya que este material tiene su origen en una molécula de petróleo, lo que lo hace similar a ponerse una botella de PET en la cabeza.

Junto con el 'Carakini', prendas como las camisetas de buceo también se han convertido en una elección popular para proteger la piel de los brazos y obtener una protección completa contra la radiación ultravioleta.

La industria de la moda ha demostrado una vez más su capacidad para adaptarse y ofrecer soluciones prácticas en momentos de desafío. El 'Carakini' es una muestra clara de cómo la moda puede ser funcional para satisfacer las necesidades cambiantes de los consumidores en todo el mundo.