Enrique Ponce, despedida de cine en Almería: brindis a Ana Soria y puerta grande

De película. Y de las que tienen, claro, final feliz. Enrique Ponce se despidió este miércoles de la Plaza de Toros de Almería, en el primer festejo taurino de la Feria, cortando tres orejas, saliendo a hombros por la puerta grande del coso de la Avenida de Vilches y brindándole un toro -su último toro en la tierra en la que tantas veces triunfó- a su novia, la almeriense Ana Soria.

Lo hizo, además, ante la figura de la Patrona de Almería, la Virgen del Mar, bordada en un Capote de Paseo, el premio que le acredita como máximo triunfador de la Feria almeriense y que, hasta ahora, ha ganado en cinco ocasiones.

Fue una de las imágenes que dejó una tarde en la que Ponce, ante su último verano vistiendo el traje de luces, recibió en su despedida de la arena almeriense el cariño que siempre la ha ofrecido el público local: una ovación de más de tres minutos tras el paseíllo (es quien más veces lo ha hecho en Almería), el obsequio de un cuadro en reconocimiento a su trayectoria y carteles en la plaza con leyendas como 'Ponce=Dios' y 'Ponce único'.

Consciente de que todos los focos estaban fijándose en él, y no solo por ser su adiós a la centenaria plaza almeriense, Ponce no quiso robar al público (los tendidos rozaron el lleno) un brindis a Ana Soria, con quien hace ahora cuatro años comenzó una relación sentimental que han sabido encauzar al terreno de la discreción tras aquel primer estallido que dinamitó la prensa del corazón.

Tras la tradicional y característica merienda, con los micrófonos de las radios como testigos y ante una plaza en la que se hizo el silencio, el diestro de Chiva le dedicó el cuarto toro de la tarde a su pareja: "Despedirme en tu tierra aquí en Almería es una enorme ilusión para poder demostrarnos nuestro amor", exclamó Ponce, según recogen Juan Aguilera y Maribel Pérez en 'Aplauso'.

Al final, dos vueltas al ruedo y puerta grande para el valenciano tras cortar tres orejas (dos en su primero). Le acompañaron a su salida a hombros del coso de la Avenida de Vilches, como cuenta en su crónica Jorge Ponce, sus compañeros de cartel: Juan Ortega (dos orejas con petición de rabo y ovación) y Roca Rey (tres orejas, dos en su primero).

Y Enrique Ponce, como torero, dijo adiós a Almería arropado por el cielo de una noche de Feria: una despedida de película en una tierra de cine.