Tips para sobrevivir al horario de invierno

Sencillas pautas que nos ayudarán a minimizar las consecuencias del nuevo horario

Este domingo atrasaremos el reloj una hora y a las tres de la madrugada volverán a ser las dos.
Este domingo atrasaremos el reloj una hora y a las tres de la madrugada volverán a ser las dos. La Voz
Mireya Roca
09:57 • 27 oct. 2024

Este domingo hemos atrasado el reloj una hora y a las tres de la madrugada han vuelto a ser las dos. De esta forma, entramos oficialmente en el horario de invierno, que conlleva días considerablemente más cortos. 



Por lo general, en una semana, solemos normalizar el nuevo ritmo vital, pero sí nos sigue afectando podemos seguir unas sencillas pautas que nos ayudarán a minimizar las consecuencias del nuevo horario.



1- Ajustar poco a poco el reloj biológico



La principal ventaja del cambio al horario de invierno es que, al menos ese día, puedes dormir una hora más, así que no debería costar tanto levantarse. Pero lo recomendable es precisamente no dormir esos 60 minutos extras, sino levantarse a la misma hora. 



2- Hacer ejercicio físico



Los especialistas aconsejan hacer ejercicio físico a diario, ya que además de ayudarnos a mantener el peso sirve para afrontar el resto de la jornada con buena energía, lo que es clave en los próximos meses, ya que el horario de invierno tiene menos horas de luz solar y es normal sentirse con menos vitalidad o más somnoliento. Además, numerosos estudios aseguran que el ejercicio regular suele mejorar la calidad del sueño.



3- Evitar el consumo de café por la tarde



Hay que evitar tomar café, té o bebidas estimulantes a partir de las cuatro de la tarde, ya que pueden causar somnolencia o nerviosismo a la hora de acostarse. 


4- Evitar la siesta

Como el propósito es que nuestro organismo se adapte al nuevo horario cuanto antes, no conviene hacer siesta. Dormir a media tarde puede tener efectos negativos. De hecho, algunos estudios médicos señalan que las siestas largas o frecuentes interfieren con el sueño nocturno.


5- Cenar de forma ligera

Es importante evitar las cenas copiosas que pueden dar lugar a una digestión lenta y pesada. Los dietistas aconsejan optar por alimentos ligeros, bajos en grasa y azúcar, pues cenar abundantemente altera el descanso y el sueño nocturno tanto en cantidad como en calidad. Asimismo, advierten de que irse a dormir después de cenar no es sano: conviene acostarse dos o tres horas después de la última comida. 


6- Optar por una dieta antiestrés

A consecuencia de los cambios en nuestro ritmo biológico, los niveles de cortisol aumentan, por lo que podemos mostrarnos irritables y algo estresados. Además de hacer ejercicios de respiración y relajación, que nos ayudarán a sentirnos mejor, es importante consumir alimentos antiestrés y ricos en magnesio que estimulen la producción de serotonina, un neurotransmisor (sustancia que usan los nervios para enviarse mensajes entre sí) muy relacionado con el control de las emociones y el estado de ánimo. 


El chocolate negro, los plátanos, el aguacate, las acelgas, las patatas y los frutos secos forman parte de ese grupo de alimentos. 


7- Tomar una infusión antes de acostarse

Por último, un remedio casero que se ha utilizado toda la vida para dormir plácidamente es tomar antes de acostarte un vaso de leche tibia o una infusión relajante de manzanilla, tila, lavanda, pétalos de azahar, pasiflora… Esta última, es una de las plantas más utilizadas para conciliar el sueño. Al tener grandes propiedades sedantes y analgésicas, se utiliza también para calmar los nervios y combatir el estrés diario, así como para reducir la cefalea, el dolor de cabeza recurrente.


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