¿Te has planteado alguna vez ordenar tus pertenencias para la vida y también para la muerte? Vivir en orden es esencial para el bienestar emocional. Aprovechando estas fechas, donde Halloween y el Día de Todos Los Santos nos invitan a reflexionar sobre el final de la vida, charlamos con María Atienza, neurocoach experta en gestión emocional, liderazgo y organización profesional de espacios, nos habla sobre la importancia de ordenar más allá de lo cotidiano.
Inspirada por el libro El arte sueco de ordenar para tu muerte de Margareta Magnusson, Atienza expone cómo preparar nuestros espacios y decisiones puede ser un acto de amor, tanto para nosotros mismos en el presente, como para los que nos echarán de menos en un futuro.
"Organizar no es solo despejar objetos de la casa", nos cuenta María. “Es prepararnos mental y emocionalmente, darnos el regalo de una vida más ligera”. Es por esto que la Neurocoach nos invita a preguntarnos cada mañana en un diario de escritura consciente: “¿Qué haría hoy si fuera mi último día?” De esta forma, podemos identificar nuestras prioridades, deseos y anhelos, tener conversaciones pendientes, liberarnos del resentimiento y el pesar y sentir alivio y paz cuando pensamos en nuestro paso por esta vida.
Según Atienza, uno de los grandes beneficios de ordenar para la muerte es que nos permite tener claridad sobre qué cosas son realmente importantes y hacer que nuestras últimas decisiones queden claras. De este modo, liberamos a nuestras familias de cargas emocionales y decisiones difíciles, ahorrándoles tiempo y preocupaciones.
María aconseja organizar desde lo práctico, como documentos importantes, hasta lo más íntimo, como deseos y planes futuros. Sugiere también ordenar nuestras contraseñas y asegurar que las personas de confianza tengan acceso a los recursos y documentos necesarios. “Vivimos en un mundo donde gran parte de nuestra vida está en digital. ¿Por qué no dejar esas claves y accesos en orden para que puedan gestionar lo que dejamos en redes o en cuentas personales sin dificultades?”, explica.
Finalmente, María invita a sus clientes a decidir sobre temas delicados como deseos de tratamiento en caso de enfermedad, planes funerarios y la distribución de sus pertenencias. "A mi entender, no se trata de algo triste, sino de un acto realista de consciencia, madurez y responsabilidad individual. Es una oportunidad de expresar nuestro cariño hacia los que amamos”.
Como organizadora profesional y experta en inteligencia emocional, una de sus funciones es acompañar a personas en estos procesos, al acompañamiento emocional ante el diagnóstico de una enfermedad, al vaciado de casas una vez ha fallecido una persona o a gestionar los recuerdos de personas que fallecieron hace años y a los que aún no nos hemos podido enfrentar.
Para quienes estén interesados en conocer más sobre este tema, María invita a contactar con ella a través de su webhttps://miburbujaordenada.com o sus redes sociales en@miburbujaordenada.
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