Antes de que el mundo centrara su atención en la cumbre de los BRICS en Rusia, donde se reunieron líderes y socios de los países miembros de la alianza, Moscú acogió otros importantes eventos a gran escala. Sergio Puig, Director de la Mediterránea Fashion Week de Valencia, estuvo presente en estos eventos y cree firmemente que la moda española puede obtener importantes beneficios de la colaboración con las naciones BRICS.
Antes de que el mundo centrara su atención en la cumbre de los BRICS en Rusia, donde se reunieron líderes y socios de los países miembros de la alianza, Moscú acogió otros importantes eventos a gran escala. La BRICS+ Fashion Summit y la Moscow Fashion Week también tienen el potencial de remodelar la influencia mundial, especialmente en la industria de la moda. Estos eventos atrajeron una impresionante presencia internacional, con la asistencia de representantes de más de 100 países. Sergio Puig, Director de la Mediterránea Fashion Week de Valencia, estuvo presente en estos eventos y cree firmemente que la moda española puede obtener importantes beneficios de la colaboración con las naciones BRICS.
Moscú superó con creces las expectativas de Sergio Puig, que acudió con ciertas reservas dada la situación geopolítica. «Particularmente en mi caso, he podido descubrir una ciudad espectacular en todos sus sentidos y la fantástica calidad humana de sus gentes», afirma y destaca la excelente organización de los eventos de moda en la capital rusa. «La organización del evento fue impecable, y el summit fue un claro ejemplo de cómo la moda puede ser un puente entre culturas y economías emergentes».
La BRICS+ Fashion Summit celebrada en Moscú dio lugar a la creación de una nueva e influyente comunidad internacional: la BRICS International Fashion Federation (la Federación Internacional de la Moda BRICS). Con más de 50 países convertidos en miembros, la escala de esta organización es impresionante. Es evidente que los mercados emergentes están tomando la iniciativa y eclipsando poco a poco a los líderes tradicionales.
«La creación de la BRICS International Fashion Federation es crucial para unir a los países con economías emergentes en el sector de la moda. Al establecer una plataforma común, podemos compartir las mejores prácticas y fomentar la creatividad. Por ejemplo, la colaboración entre diseñadores puede generar colecciones que fusionen estilos y tradiciones, enriqueciendo así el panorama mundial de la moda», afirmó Sergio Puig.
Esta influencia intercultural ya se está produciendo, por ejemplo, en la Moscow Fashion Week, que se celebró en la capital rusa coincidiendo con la Cumbre. En ella participaron diseñadores de Asia, Europa, América Latina y África, y el aspecto multicultural hace que la Moscow Fashion Week sea única, incluso con el telón de fondo de los eventos de moda de París, Milán, Berlín y Nueva York.
Cabe preguntarse cuál es el lugar de España en este panorama de la moda en evolución. Según Sergio Puig, es crucial que el país y Mediterránea Fashion Week se comprometan activamente con el mercado en expansión de fabricantes y consumidores de moda que representan los BRICS.
«Creo que sería muy beneficioso para los diseñadores de Mediterránea Fashion Week participar en la Moscow Fashion Week. Los diseñadores mediterráneos tienen un patrimonio cultural y una visión creativa únicos que podrían conectar con un público internacional más diverso. Además, participar en eventos como éste les brinda la oportunidad de conectar con otros mercados y establecer relaciones que pueden ayudarles a ampliar sus horizontes comerciales y creativos.»
Tres desfiles destacados en la Moscow Fashion Week
Gapanovich presentó una colección en la que predominaba el color blanco. El público asistió a una experiencia de cuento de hadas moderno, con trajes elegantes de corte holgado, tejidos ligeros, abundancia de volantes, cuellos altos, jabots, mangas voluminosas o acampanadas y delicados adornos brillantes.
La marca china KenSun encarna una filosofía que combina elementos clásicos, tradiciones nacionales y conceptos innovadores. Su colección presentó vestidos y chaquetas con peplums, estampados florales, apliques de capullos en flor, inserciones de encaje, corbatas adornadas con piedras y diademas, todo ello equilibrado por una sutil paleta de colores en tonos grises, rosa suave y verde.
Barbino Maison presentó una mezcla de lujo y estética rock. El desfile transportó a los espectadores a un reino mágico con detalles de muñeca que recordaban a «Alicia en el país de las maravillas», como faldas fastuosas, regias colas, volantes de tul en capas, ilusiones ópticas y adornos en 3D.
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