Otra mirada sobre la violencia en ‘Querer’

La primera serie de televisión que ha creado y dirigido Alauda Ruiz de Azúa (Cinco Lobitos, Eres tú) es una valiente apuesta sobre un tema muy de actualidad, pero visto desde un prisma totalmente diferente. Querer no es solo una serie que habla de los malos tratos o de la violencia en el seno de una familia, es una ficción sobre los secretos, los afectos, la vergüenza o la dignidad, sobre el perdón, la libertad y, por supuesto, sobre el amor.

Considerada una de las directoras españolas de mayor proyección actual tras alzarse con el Goya a la Mejor Dirección Novel por la mencionada Cinco Lobitos, Alauda firma, junto a Eduard Sola y Júlia de Paz, los guiones de los cuatro episodios que conforman Querer y que se estrena en Movistar Plus + el 17 de octubre.

Un ‘casting’ cuidado

La serie ya fue preestrenada en el Festival de cine de San Sebastián y obtuvo una excelente acogida. Se trata de una producción en colaboración con Feelgood Media y Kowalski Films. Cada jueves se emitirá un nuevo episodio hasta completar los cuatro que conforman Querer.

Para elegir al reparto protagonista se realizó un extenso casting del que salieron los cuatro protagonistas principales: Nagore Aranburu (Irati, Intimidad, Loreak), Pedro Casablanc (B, la película, Los Farad), Miguel Bernardeau (1899, Élite), e Iván Pellicer (Paraíso). Completan el reparto Loreto Mauleón (Los renglones torcidos de Dios, Patria), Natalia Huarte (Amar es para siempre, Heridas) o Miguel Garcés (20.000 especies de abejas, Maixabel).

¿Una familia bien?

Querer arranca con la decisión de Miren, quien tras 30 años de matrimonio y dos hijos en común, abandona el domicilio conyugal y denuncia a su marido por violación continuada. Los Gorosmendi son una familia bien de Euskadi en un piso de grandes dimensiones que denota el estatus económico de un empresario hecho a sí mismo. Los hijos ya han volado del nido pero fue la madre quien se quedó al cuidado de esa casa y de ellos durante su infancia y adolescencia.

La puesta en marcha de la denuncia y la grave acusación obliga a los hijos a elegir entre creer a su madre, o apoyar a un padre que defiende su inocencia. Y es que bajo la falsa apariencia de un matrimonio consolidado asoman las grietas y las dudas de la sumisión y el miedo.

Cuidada al detalle

Cada uno de los capítulos de Querer tiene su propio título seguido de un asterisco, con la idea de reflejar que cada una de esas palabras tiene otra acepción y letra pequeña, incluso el propio título, ya que querer se puede definir de muchas formas.

Los creadores no han querido incluir escenas de abuso o de violaciones, su mirada va más allá de los tópicos, en las reacciones de los hijos o del entorno, o el proceso por el que pasa la denunciante. Por ese motivo, sutileza sería el adjetivo que mejor describe la puesta en escena y la narración de esta serie, donde todo está cuidado al detalle, incluyendo la gama cromática, la música o la excelente fotografía.