Con una extensa trayectoria televisiva a sus espaldas, Pedro Casablanc nos sorprende en la piel de un padre de familia acusado de violencia de género.
¿Cómo fue el rodaje? Fue un regalo que Alauda me quisiera tener en su serie y estuve trabajando con varios aspirantes a ser mi mujer e hijos. Me reafirmo en que las directoras ven algo en mí que los directores no ven. Y me encanta trabajar con mujeres cineastas.
Pero es un personaje complicado... Para mí no son complicados, me dedico a esto desde que tenía 15 años y tengo una experiencia que me lleva a disfrutar mucho con el trabajo que hago. Es un mito heredado de los americanos lo de decir lo complicado que es un personaje. Si tienes un buen equipo es un viaje de placer. Un actor debe disfrutar, aunque sea haciendo de malo, porque ese disfrute se transmite luego.
En las ficciones sobre violencia vemos a la figura masculina violenta y aquí no es así. Eso es lo bonito. Está tan bien escrito e inventado el personaje, nada más te lanzas. Hay personajes incómodos, como un tipo maltratador de libro, a lo mejor digo que no. Pero esto está dentro de algo tan sutil, que todavía no nos atrevemos a juzgar. Esta serie te lleva a la reflexión y al debate.
Todo son detalles. Esa es la manera de trabajar de Alauda, haciendo ganchillo y orfebrería con las secuencias y las intenciones. Los matices hacen que las cosas no sean blancas o negras. Es una serie muy inteligente.
¿Te documentaste para tu personaje? Estuve haciendo trabajo de campo con el equipo, fui a juicios porque es interesante ver como funciona un juicio familiar. Y con Nagore ibamos juntos a todo, aunque en la serie estamos mucho separados. Nos hemos hecho muy amigos.
¿Cómo preparaste la relación con Miren? El eje central de la trama. Trabajamos con la directora previamente antes de empezar a rodar. Trabajamos alguna improvisación, jugamos a ver cómo nos habíamos conocido y nuestra vida previa. Pero luego nos encontramos muy poco durante la serie. Tenemos muy pocas secuencias juntos pero cada uno tenía que vivir su vida de personaje por su parte y juntarnos en el set de rodaje, como en la vida misma.
¿Cómo crees que la recibirá el público? Espero que tenga tan buena acogida, como en San Sebastián y los comentarios que me llegan son buenos. Lo importante sería que lo acogiera con reflexión y con ganas de pensar y replantearse muchas cosas, Vivimos en una sociedad machista y las cosas van a ir cambiando poco a poco. Me atrevería a decir que muchas “Miren” que puede haber por ahí de pronto despiertan y dan el portazo.
¿Qué ha sido lo más gratificante? Trabajar con Alauda y su gusto por la cultura, es una mujer muy culta. Me he llevado muy bueno amigos y gente con la que no había trabajado y he descubierto.
¿Cómo construiste la relación con tus hijos? Se dieron con mucha naturalidad, ensayamos mucho también con Alauda. Trabajamos bastante con improvisaciones previas al rodaje. Tengo hijos de las edades de Miguel e Iván, así que sustituyendo. Eran mis hijos de verdad en la secuencia y todo salía muy fácil. Además son personas muy agradables. Acabábamos una secuencia dura e, inmediatamente nos poníamos a relajar y reír porque era necesario.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/409/series-y-tv/281949/entrevista-a-pedro-casablanc