El caso Errejón ha dado pie al nacimiento del movimiento Me Too en España. Después de que la actriz Elisa Mouliaá le denunciase por acoso sexual, varias actrices alzaron la voz para recordar que el cine está podrido de machismo y misoginia.
Clara Galle y Nicole Wallace, protagonistas de Ni una más, pidieron a sus amigos y conocidos que no se quedasen callados, que defendiesen a sus compañeras, pues ambas saben de primera mano que en todos los proyectos en los que han trabajado ha habido al menos un caso de violencia machista. Los mensajes de las actrices han servido para que otras jóvenes cuenten su experiencia a través de las redes sociales, salpicando a un nuevo y presunto depredador sexual: el famoso director de cine Eduard Cortés.
"El viernes denuncié en mi Instagram a Eduard Cortés por abuso de poder y manipulación laboral y grooming. Cuando yo tenía 19 años y el 55. En menos de tres días otras 15 mujeres víctimas de él me han escrito compartiéndome sus historias (...) Este señor se pasó años haciéndome grooming cuando yo tenía 19 años, prometiéndome ayudarme profesionalmente y ahí sigue dirigiendo pelis y series en España. Tuve algo de intuición y nunca quedé en persona aunque insistió". Así reconocía Silvia Grav que, no solo ella había sufrido el acoso del director de Ni una más, ficción que por cierto, trata precisamente temas tan controvertidos como las violaciones, el maltrato y el abuso. Curiosamente, una serie "feminista" producida desde el punto de vista de un hombre que hoy, está metido en un buen lío.
"Estamos organizándonos para decidir juntas cual es la mejor manera de denunciar esto. Si has sido víctima de este señor y te apetece hablar, puede ser de manera anónima, aquí estamos", añadía esta joven valiente sobre los próximos pasos que dará junto a las otras víctimas.
Insinuaciones sexuales muy explícitas
Eduard Cortés empezaba su "caza" particular poniéndose en contacto con jóvenes a través de las redes sociales. Les animaba a trabajar con él, prometiendo castings y grandes proyectos. Pero pronto, la conversación se tornaba oscura y siniestra debido a sus insinuaciones sexuales, siempre muy explícitas y bastante asquerosas teniendo en cuenta que llegaba incluso a triplicar la edad de las chicas, a veces menores.
Con la excusa de hablar de sus posibles guiones, el director hablaba de sexo sin tapujos con ellas e incluso, les hacía proposiciones bastante indecentes. A algunas de ellas, le envió mensajes durante más de una década y todos con la misma intención: tener algo más que una relación laboral con ellas.
"Me llamo Eduard y soy de Barcelona y me dedico al cine. Así empezó", expone Norah Alexandra Vega, actriz y música que se ha sumado a la iniciativa de Silvia, compartiendo las historias de varias chicas que, de forma anónima, han querido denunciar. "Si quieres puedes publicar esto pero por favor, no des mi nombre. Es que aun me da mucha vergüenza haberle aguantado. Te cuento esto por si a alguna le ha hecho algo, que sepa que no está sola. Le conocí en el rodaje de una peli y me escribía de forma intermitente durante casi diez años. A mí me parecía un poco viejo ridículo, la diferencia de edad es de 30 años pero a veces me escribía con propuestas sexuales, como que me iba a meter los dedos y hacer que me corriese muy fuerte hasta mojar toda la cama. Me ha costado escribir esto mucho", decía otra joven que ha preferido permanecer en el anonimato.
Masturbación, drogas, chicas que se "duermen" probando nuevas sustancias, vídeos sexuales... Así eran las charlas de Cortés con las chicas, a las que preguntaba sin ningún tipo de reparo, si querrían desnudarse en una cinta o si serían capaces de interpretar los personajes más perturbardores. Existe un mensaje anónimo de otra chica, compartido en la cuenta de Grav donde la joven expone: "Tenía miedo de compartir esto pero saber que abusaste de menores"... Justo en esa misma historia de Instagram, se puede ver otra charla en la que el director habla de sexo.
"De momento cero interés, no pienso contigo como para cazarte sexualmente, no suelo hacer eso con mi lado creativo, aunque sí veo algo sexual en en ti que me inquieta y me estimula pero como personaje, no personalmente. Me interesa esa sexualidad oscura y luminosa a la vez (...) Quiero sacar tu parte más sexual, exponerla, estudiarla y luego ya veremos", compartió Norah en su cuenta, publicando un mensaje de una de las víctimas y exponiendo a un señor que, supuestamente, utilizaba su trabajo y su poder para hacer mucho, mucho daño.
Cuando la realidad supera a la ficción
"¿Quieres estudiar cine? Yo te doy clases particulares, puedo enseñarte, a cambio haces de modelo para mí. Desnuda, ¿eh? ¿Has huido?" Con más cara que espalda, Cortés le preguntaba a esta otra joven si había huido de él, justo después de decirle que le enseñaría a actuar a cambio de posar desnuda para él, ¡qué asco!
Muy poca vergüenza y una obsesión enfermiza con sexualizar el cuerpo de la mujer. Así se nos presenta Eduard Cortés después del aluvión de denuncias públicas y anónimas realizadas a través de las redes. Un hombre que hace unos meses arrasaba en Netflix con Ni una mas, serie que, casualmente llevó por lema: "Cuidado: aquí se esconde un violador". Parece chiste, pero no. Lo cierto es que la realidad, por sorprendente que parezca, supera casi siempre a la ficción.
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