A finales de los años 90, hubo un anuncio que marcó un antes y un después en Navidad, convirtiéndose en un auténtico clásico de la televisión. En el anuncio, un niño conseguía llamar la atención de todos gracias a una compañía telefónica que le permitía felicitar las fiestas diciendo: «Hola, soy Edu, feliz Navidad».
En aquel entonces, ese gesto era sorprendente, ya que las tarifas de llamadas eran elevadas, especialmente si se trataba de teléfonos móviles. Algo tan simple hoy en día, gracias a las tarifas planas, era prácticamente impensable en esa época. Sin embargo, ese anuncio, el niño protagonista y la célebre frase dejaron huella, convirtiéndose en un fenómeno que logró impactar antes de la llegada de internet y los vídeos virales.
El impacto de la campaña de Airtel
Airtel, la compañía que en la actualidad conocemos como Vodafone, fue quien lanzó esta campaña navideña que logró conectar con millones de españoles a través de la televisión. Aunque el mensaje era festivo, también hacía reflexionar a los espectadores sobre el coste que los padres del niño tendrían que asumir en la factura telefónica. En realidad, esta campaña buscaba promocionar una de las primeras tarifas planas de llamadas que existieron en España. Tras el enorme éxito, Enrique, el niño protagonista del anuncio, desapareció de la vida pública, aunque durante mucho tiempo la gente seguía reconociéndolo por su famoso papel.
La reaparición de Enrique en televisión
En 2017, Enrique volvió a aparecer en los medios, esta vez para promocionar una consultora de publicidad que él mismo había fundado. Poco a poco, comenzó a realizar apariciones puntuales, y en 2018 regresó al mundo de los anuncios, ahora como imagen de una marca de coches.
Hace solo unos días, Enrique fue entrevistado en el programa de Sonsoles Ónega, donde habló del éxito de su mítico anuncio y lo que había cobrado por su mítica frase. "Yo iba a castings, hacía campañas, y sin más. Me gustaba la publicidad”, decía el protagonista del spot, asegurando que, “a mi padre lo veía muy poco porque trabajaba en el extranjero, y cuando me dieron el teléfono y pensé que estaba hablando con mi padre”.
Un gran sueldo en la década de los 90
Enrique Espinosa reveló que cobró “unos 20.000 euros de la época” por la campaña, que incluía el anuncio original y dos versiones más. El dinero supuso un soplo de aire fresco para su familia. Y es que su madre, debido a un problema de salud que acabó superando con éxito, tuvo que quedarse en casa. El padre de Enrique, gracias al dinero, pudo permitirse parar de viajar para acompañar a su mujer en el proceso de recuperación.
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