El despertar a la vida de una adolescente

`Me muero por saberlo` refleja la percepción del mundo de una joven que descubre las relaciones humanas

La autora de ‘Me muero por saberlo’ firmando ejemplares en la presentación.
La autora de ‘Me muero por saberlo’ firmando ejemplares en la presentación.
Marta Rodríguez
22:23 • 16 mar. 2016

Tuvo la idea con 15 años, empezó a escribir de una forma más seria con 17 y publicó la novela con 20. Paloma Cueto (Almería, 1994) pudo haber sido una de tantas adolescentes que sienten la llamada de las musas pero que luego no van más allá. El empuje de sus seres queridos ha sido determinante para que ahora tenga entre las manos su primer libro.




‘Me muero por saberlo’ (Editorial Seleer, 2015) refleja el despertar a la vida de la adolescente que fue esta universitaria de Ciudad Jardín. La percepción del mundo de una joven que, cuando concibió la historia, estaba descubriendo la complejidad de las relaciones humanas. 




“Cuando tuve la idea, era adolescente y lo que más me interesaba eran las relaciones humanas. Estaba empezando a ver qué eran los amigos, si me gustaba algún chico o qué relación tenía con mis padres. No es una novela de amor, pero hay relaciones de amor. También trata de la amistad y de la familia. Es mi realidad, como si yo fuese por la calle y me hubiera puesto a contar mi percepción del mundo”, señala Paloma Cueto en una entrevista a LA VOZ.




En opinión de la autora, la obra no se puede encuadrar en un género concreto. A los elementos más humanos se suman otros policíacos, pues la trama incluye una muerte, una investigación y las correspondientes dosis de intriga. “Tampoco es una novela negra”, asegura.




Malta y sus hermanos
Me muero por saberlo’ está ambientada en Malta, donde los hermanos de esta escritora novel se fueron a estudiar inglés con una beca. Un hecho que, a los ojos de una chica que entonces prácticamente no había viajado, era “lo más”. “Me basé en lo que ellos me contaban y me documenté  bien sobre la isla”, apunta.




En un fantástico ejercicio de imaginación, Paloma creó los personajes de su historia partiendo de una fotografía de los amigos que sus hermanos hicieron aquel verano. “Yo veía las fotos y, a partir de ahí, inventaba mil cosas”, indica.




Los protagonistas de la trama son Rita, álter ego de la autora, y Ben, una figura masculina en la que están representados su padre, su mejor amigo y su chico ideal.




Lo mágico del libro reside en que cada personaje se convierte en narrador de un capítulo y, en el último, todos se cruzan en una confluencia de voces. “Escribir esta novela ha supuesto crear vidas paralelas en las que me he ido metiendo durante tres años. Dar la oportunidad de hablar a todos mis personajes ha sido fantástico”.


La carta de presentación
¿Cómo llamar la atención del mundo editorial sin haber publicado nada? Es la pregunta que se hizo Paloma Cueto antes de decidir cuál sería su estrategia de cara a encontrar un sello para ‘Me muero por saberlo’. 


Dado que su obra era corta, se lanzó a leer a grandes autores con títulos de una extensión similar (como ‘La hojarasca’ de Gabriel García Márquez) en un intento de demostrar que la buena literatura no se circunscribe a las novelas largas. Con esa idea, escribió una carta de presentación dirigida a editoriales para autores noveles y así dio con Seleer.



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