Dulce milagro poético

Existe un lugar en la ciudad en el que una vez al mes conviven en armonía la señora arreglada para misa de domingo, el escritor bohemio, la mujer madura que disfruta de una tarde de chicas, el hipster, la librera que mantiene el negocio por puro romanticismo, el director del festival, la niña de las botas rosas y hasta la periodista que nunca llega a tiempo a los actos culturales.

Un lugar, en el sótano de la cafetería más antigua de Almería, La Dulce Alianza, en el que una vez al mes se produce un pequeño milagro poético que va más allá de la comunión entre un grupo de personas de los perfiles más heterogéneos. 

Un milagro propiciado por un caballero andante llamado Aníbal García que, ayudado por los escuderos más fieles (Carlos Góngora, Carlos Cano, Toño Jerez, Antonio Lafarque, José Luis López Bretones, Diego Reche y José Francisco Díaz, entre otros), cabalga “las llanuras de la tarde a lomos de un rocín”, que es el precioso salón de té de La Dulce Alianza, para salvar a una dama en apuros, la poesía.

Este jueves 14 de abril el milagro sucedió otra vez. Las pinturas de Jordi Garriga que visten las paredes del salón de té cobraron vida. La ventana al Parque Natural de Cabo de Gata se abrió de par en par de un soplo de aire fresco, el gato que mira la escalera se escapó maullando y los versos de ‘El desayuno’, el poema de Luis Alberto de Cuenca que brota de una humeante taza de café en uno de los murales, de repente fueron recitados por su autor en persona. 

“No puedo resistir lo que me gustas,/ cuando, llena de vida, te despiertas/ y lo primero que haces es decirme:/ ‘Tengo un hambre feroz esta mañana./ Voy a empezar contigo el desayuno”.

Primer aniversario
“¡Qué bonito sitio!”, expresó Luis Alberto de Cuenca (Madrid, 1950) al entrar este jueves en La Dulce Alianza con puntualidad británica y modales exquisitos. El escritor protagonizaba una nueva sesión de las ‘Dulces Tardes Poéticas’, actividad que nació hace justo un año en el marco de las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro y que se ha ganado por derecho propio un lugar destacado en el panorama cultural almeriense.

Para presentar a tan insigne invitado (el Premio Nacional de Poesía en 2015 por ‘Cuaderno de vacaciones’ es sólo una breve nota en su currículum), Aníbal echó mano de las palabras del escritor Julio Martínez Mesanza que dijo que “la evolución de su poesía es la transición de una poesía que dice palabras a otra que cuenta cosas”.

Y así fue. Acompañado a la guitarra por Enrique Peña y arropado por amigos y hasta algún familiar, Luis Alberto contó cosas. Cosas sencillas de la vida de las que nos importan a todos. Porque a pesar de su vastísima cultura y de sus múltiples facetas (es  filólogo, poeta, traductor, ensayista, columnista, crítico, editor, investigador y letrista), sus versos están pegados a la tierra y trufados de referencias que forman parte de la cultura popular. Un ejemplo es ‘Star Wars’, saga a la que ha dedicado distintos textos, entre ellos uno de la antología ‘Que la fuerza te acompañe’, publicado por El Gaviero Ediciones.

Merengue tostado
Con el regusto de un merengue tostado que se había echado a la boca y rodeado de un silencio sepulcral, el protagonista de la velada fue alcanzando algunos de sus libros (‘La vida en llamas’, ‘Su nombre era el de todas las mujeres’, musicado por Loquillo, o ‘Por fuertes y fronteras’) sin ningún tipo de orden ni preparación, leyendo de aquí y allá y dando paso a veces a la guitarra de Peña, que interpretó con maestría ‘Un día de noviembre’ de Leo Brouwer,‘Capricho árabe’ de Tárrega o ‘Milonga’ de Jorge Cardoso.

De este modo se fue deshojando la tarde. Al recital le siguió la firma de libros y de las ‘plaquettes’ Santa Paula. Y con el milagro poético aún desvaneciéndose, Luis Alberto confesó: “Es el más original certamen en el que haya recitado”.

Próxima cita, Andrés Neuman
El escritor Andrés Neuman será el próximo invitado a las ‘Dulces Tardes Poéticas’ de La Dulce Alianza. En concreto, participará en estos recitales el 19 de mayo.

Hasta la cita de este jueves con Luis Alberto de Cuenca, han participado en la iniciativa Sensi Falán, Ana Bella López y El Niño de las Cuevas en una primera etapa y, en la segunda y actual, Amando García Nuño, Rafael Espejo, Katy Parra, Eloy Sánchez Rosillo, Luis García Montero y Raquel Lanseros. Sus versos han estado regados con la música de Luis Martínez (Lumaga), Doctor Montañés, Guillermo Langle, Salvador Esteve, Juan Tripiana, Raquel Sánchez y Enrique Peña.