El helicóptero de Jesús Calleja aterriza en Tabernas

El aventurero comienza a grabar la segunda temporada del programa ‘Volando voy’

Jesús Calleja, ayer en Tabernas a bordo del helicóptero Robinson 44.
Jesús Calleja, ayer en Tabernas a bordo del helicóptero Robinson 44.
Evaristo Martínez
23:58 • 26 abr. 2016

El sol de Almería ilumina el comienzo de la grabación de la segunda temporada de ‘Volando voy’, el espacio de Cuatro en el que el aventurero Jesús Calleja recorre la geo­grafía española a bordo de un helicóptero Robinson 44.




A lo largo de esta semana, el alpinista, explorador y comunicador vallisoletano va a recorrer Tabernas, primera localidad de un periplo por el país que le llevará en futuras entregas a destinos de Castilla y León, Cataluña, Baleares, Andalucía y Galicia, según anuncia Cuatro.




La primera jornada de trabajo, ayer, comenzó en la Plataforma de Energía Solar. Según Cuatro, Calleja “aprovechará el principal recurso natural del desierto, el sol, para ayudar a la gente de la zona con la tecnología más novedosa”.
A mediodía, el equipo de ‘Volando voy’ revolucionó con su presencia la plaza de Tabernas y por la tarde se desplazó al entorno de la Rambla del Búho.




“Nuestro gran objetivo este año es ayudar a la gente de los pueblos a solventar parte de sus problemas. Estoy seguro de que con su colaboración seremos capaces de conseguir grandes objetivos”, dice Calleja. “Lo que espero es ser útil para la gente, reírme tanto o más que el año pasado y disfrutar mucho”, confiesa en declaraciones extraídas del comunicado de prensa.




Así, Calleja realizará distintas entrevistas a vecinos de de la zona. Por ejemplo, él mismo presentaba anoche, a través de su cuenta en Twitter, a Loren, “descendiente directo de un indio Pies negros canadiense” que vive en el desierto de Tabernas. Asimismo, tiene previsto visitar una granja de camellos en Pechina. 




Tal y como explica Cuatro, Jesús Calleja viaja por España en su Robinson 44 con un doble objetivo: “Poner a su servicio los más modernos avances tecnológicos y científicos para mejorar las condiciones de vida o de trabajo que definen su día a día, y al tiempo profundizar y conocer mejor estos parajes casi desconocidos de nuestra geografía gracias a las vivencias, experiencias y emociones de los vecinos de cada región”.




En la primera temporada de ‘Volando voy’, por ejemplo, redescubrió parajes como las Minas del Río Tinto de Huelva, el Caminito del Rey de Málaga y Las Médulas de León, entre otros, “utilizando la más avanzada tecnología y contando con la colaboración de la población local”.





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