Tras el 23F, Eduardo Mendicutti publicó ‘Una mala noche la tiene cualquiera’, historia de un travesti aterrorizado por la posibilidad de perder la libertad recuperada. Una mirada a un hoy -convertido en lejano ayer- atravesada por el humor y la lucidez del autor gaditano. Algo de ese espíritu tiene ‘Furias divinas’ (TusQuets), su última incursión en la narrativa, que ayer presentó en el Museo de la Guitarra dentro de las actividades elaboradas por la consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en el marco de la Feria del Libro.
‘Furias divinas’, obra que se lee “con rapidez y con gusto”, en palabras del almeriense Fernando Martínez López, presentador de su colega gaditano, se articula a través de los monólogos de sus protagonistas: seis parados que abren un local en el que actúan como transformistas, el Garbo, competencia del club de alterne vecino.
“Necesito contar en mis novelas lo que está pasando ahora, hablar de la crisis política, social, laboral. Quizás por mi vinculación al periodismo”, dijo Mendicutti, habitual firma de opinión en distintos medios.
En su encuentro con el público, recordó que terminó el libro antes de las elecciones del 20D, pensando que sería “el testimonio de lo que pasó”. Desgranó los principales rasgos de sus personajes y cómo a través de ellos se ha permitido reírse “de todos los partidos políticos”.
“El humor me ha servido para sobrevivir”, expresó también. Un humor cargado de perspicacia y clarividencia: por ejemplo, algunas de las frases corrosivas que aparecen en ‘Furias divinas’ (referentes a la pérdida de poder del PSOE o al pacto Podemos-IU) tienen hoy especial vigencia.
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