Lanzan golpes en forma de verso que encajan, absorben e intentan devolver con más fuerza a su oponente. Con deportividad pero sin eludir la provocación, hurgando en las debilidades del rival, buscando la complicidad del público. Pariendo frases a partir de un tema o con total libertad. Son los herederos del trovo, los maestros del rap improvisado. ‘Gallos’ que pelean en un mismo corral en un espectáculo que es pura poesía urbana. Divertimento sin aditivos.
Uno de sus escenarios más populares es el de la Batalla de Gallos de Red Bull, que organiza la marca de bebidas energéticas desde 2005. Un concurso internacional que cuenta con distintas sedes y que, por primera vez, va a pasar por Almería con una de sus cuatro semifinales. Será esta tarde a las 19.30 horas, con entrada libre, junto al Cable Inglés.
“Otros años escogíamos las ciudades por un interés estratégico pero esta vez quisimos que votara el público. Dimos opciones de elegir varias sedes por la zona y al final ganó Almería, que se antepuso por poquito a Sevilla”, explica Víctor Flores, director de Cultura de Red Bull.
Madrid acogió la primera semifinal el pasado sábado. “Las cifras en el entorno digital, donde hay mucho seguimiento, son una locura: aquella batalla fue tendencia mundial en Twitter”. De hecho, el evento de hoy podrá seguirse en directo a través de redbullbatalladelosgallos.es, con narradores en off en la mejor tradición de las películas deportivas.
Entre las novedades de esta semifinal -quedan otras dos, en Barcelona y León los próximos sábados del mes- una pruebas de debate en el que un participante deberá defender una posición y su oponente la contraria para después cambiar las tornas.
Marca Almería
Dieciséis concursantes buscarán esta tarde, amparados por el gigante de hierro del centenario mineral, buscar uno de las tres plazas para la final. Entre ellos hay tres almerienses: Elekipo, Klone y Walkat.
El primero tiene 21 años, casi 22, y es de Almería capital. Ha alcanzado la final nacional de la Batalla de Gallos de Red Bull en dos ocasiones: 2013 y 2015. “Ya era hora de que Almería tuviera esta oportunidad, el ‘freestyle’ ha crecido mucho en estos años. Después de esto, van a salir raperos de debajo de las piedras”, bromea.
Lleva siete años relacionado con la cultura del hip hop, a la que llegó a través del grafiti. Sus armas: “el carisma, la métrica, la agresividad, el ingenio y la fluidez”, dice.
Klone es el mayor de los tres concursantes almerienses. Tiene 26 años, también es de la capital y es la cuarta vez que accede a una semifinal. “Es muy bueno poder actuar en mi ciudad pero también un hándicap, por la presión, porque te eliminen en primera ronda... Pero tenía muchas ganas de que se celebrara aquí”.
Cuenta que empezó “tardecillo”, con diecisiete años, gracias a su hermana, que escuchaba rap. “Estuve un año sin apuntarme a ninguna competición, por miedo a que me saliera mal”. Confiesa que no ensaya antes de una cita como la de esta tarde. Sus puntos fuertes: “Espontaneidad, buena voz y buen estilo”.
Frente a la experiencia de estos dos, para Walkat, de diecinueve años, será su primera semifinal. Viene de Vícar, donde el hip hop ha crecido mucho gracias al Street Festival que se celebra allí desde hace más de una década. Se inició en el rap a los trece años y también estuvo tiempo haciéndolo en secreto. “Al principio nadie sabe pero tienes que machacarte, rimar día tras día con todo”.
Sus cualidades son el “ingenio” y “saber responder y cómo atacar a un rival”. Para hoy prevé un gran espectáculo. “Somos dieciséis personas, todas capacitadas para llegar a la final, dándolo todo. La gente se va a divertir”.
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