‘Operación Flecha Rota’, el documental sobre el accidente nuclear de Palomares escrito y dirigido por el almeriense José Herrera Plaza en el año 2007, se ha podido ver este fin de semana en Río de Janeiro en el marco de la sexta edición del Uranium Film Festival.
Es la segunda vez que la película se programa en esta cita audiovisual, especializada en todo lo relacionado con lo nuclear, desde la minería de uranio y la problemática de las centrales hasta el armamento atómico. Si el año pasado fue incluida dentro de la sección competitiva en sus sedes de Río, Montreal y Tortono, esta vez se ha proyectado en el Museo de Arte Moderno como parte de los actos conmemorativos por los cincuenta años del incidente.
Documentales y obras de ficción llegadas desde España, Japón, India, Alemania, Italia, Australia y Brasil han formado parte de la programación del Uranium Film Festival, que se ha celebrado entre los días 20 y 29 de este mes de mayo.
Sorpresa
‘Operación Flecha Rota’, que reconstruye el accidente aportando testimonios y material documental y audiovisual, en su mayoría inédito, sorprendió al público asistente, que se mostró sorprendido al conocer los hechos según relata José Herrera. “Especialmente el que se haya engañado a la población durante casi cincuenta años, con el consiguiente riesgo derivado, y que no haya existido un cambio significativo en su situación: que se les continuara afirmando oficialmente que todo había sido limpiado perfectamente, a pesar de las décadas que llevaba la democracia en nuestro país, tras cuarenta años de dictadura”, detalla.
Las consecuencias en la población tras los cincuenta años de contaminación, así como las perspectivas a medio y largo plazo, fueron algunos de los temas que despertaron el interés de los espectadores. Tampoco faltaron comparaciones con la actual situación de Brasil y la necesidad de que la ciudadanía exija a sus políticos electos una democracia real y más participativa.
Herrera, que este año ha ampliado su investigación sobre el tema en el libro ‘Accidente nuclear de Palomares. Consecuencias (1966-2016)’ (Arráez Editores), explicó asimismo que tras el reciente acuerdo entre Kerry y Margallo surgió la amenaza de otra descontaminación incompleta con el anuncio de dejar en las montañas, junto a Villaricos, niveles inaceptables de plutonio. “Algo que no eliminará el estigma que han padecido sus habitantes durante medio siglo”, apunta.
La proyección precedió a un debate entre el realizador y el brasileño Sérgio de Queiroz Duarte, ex alto comisario para Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas. En él se abordaron temas como la necesidad de seguir avanzando en otro gran frente de lucha: “El progresivo desarme hacia la abolición total y la desaparición de los aún nutridos arsenales nucleares”.
Palomares y el cine
La historia de Palomares ha sido llevada a la pantalla en otras ocasiones aunque con ópticas distintas. Por ejemplo, ‘Hombres de honor’ (George Tillman Jr., 2000), con Robert de Niro y Cuba Gooding Jr. presentaba a éste último como uno de los buzos que debía localizar la bomba caída al mar tras el accidente.
Por su parte, el corto ‘Palomares vive. El terror bajo las aguas’, codirigido por Emilio León y el almeriense Emilio Pérez, autor del guion, jugaba con el humor ácido y la incorrección política para criticar el accidente y sus secuelas.
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