La tradición continuó en Benadadux. La pequeña y acogedora calle ‘Santiago Bernabéu’ (no podía llamarse de otra manera) fue un hervidero de madridistas para celebrar en la sede de su peña la consecución de la undécima Copa de Europa por parte de ‘su’ Real Madrid.
No faltó nadie, dado lo acogedor de la noche y que en una gran pantalla de televisión podía segurise el partido de la Eurocopa Portugal-Austria. Cristiano estaba controlado aunque en esta ocasión no llegó a marcar con los lusos, como suele hacer con el Real Madrid.
El presidente, Francisco Rodríguez, se multiplicaba atendiendo a socios y simpatizantes. También el resto de su directiva hacían de anfitriones, camareros y peñistas. Sus nombres: Manuel Sánchez, Pepe Castellón, Juan Trujillo, Juan Romero y Pepe López, quienes asistieron con sus familias.
La tarta
Una gran tarta que representaba un campo de fútbol con el escudo del Real Madrid en medio y el número 11, era lo más celebrado de la velada. A los postres se dio buena cuenta de ella.
La celebración comenzó a las nueve de una noche fabulosa en lo climatológico. Poco a poco llegaban los rezagados y se sumaban a los aperitivos colocados en mitad de la calle, esa noche peatonal. Entre ellos estuvo el alcalde, Juan Jiménez, con su mujer y la concejala Maruja Guirado.
Había hasta tres generaciones de algunas familias: abuelos, hijos y nietos, todos ellos de marcada afición madridista. El ponche de Paco Rodríguez, suave y fresquito, entraba divinamente. Empanadillas, saladitos, jamón, queso y bocadillos impedían que se subiera a la cabeza. Y hasta alguien se atrevió a brindar, no ya por la Undécima, sino ¡por la Duodécima!
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