A la dulce luz de las hogueras. El fuego y el mar copan de magia la noche de San Juan

Las playas de la capital gozaron ayer de un gran ambiente veraniego donde los bañistas comieron, rieron y disfrutaron hasta la madrugada

Todo listo para una gran noche junto al fuego.
Todo listo para una gran noche junto al fuego.
Gonzalo Gálvez
22:53 • 23 jun. 2016

Gran parte del litoral almeriense vivió ayer una de las noches más mágicas del año, si no la que más, gracias a los festejos de San Juan que se realizan cada año en la madrugada del 23 al 24 de junio. Buena muestra de ello fueron las playas de la capital que discurren paralelas al Paseo Marítimo y bañan el barrio de El Zapillo.




Una cita con las hogueras en la noche más corta del año que reunió, desde primera hora de la tarde, a vecinos y turistas de toda Almería cargados con todo lo necesario para disfrutar de la madrugada en la playa con amigos y familiares.




Velada con cierto toque de misticismo cargada de tradiciones donde, como no podía ser de otra manera, no faltaron las barbacoas, la bebida, mucha comida sin olvidar ni la carne ni el pescado, pues en la variedad está el gusto; toallas, alguna que otra guitarra y cualquier otro objeto digno de amenizar una noche al raso, a pie de playa y con las olas ofreciendo su particular  banda sonora.




Fuego purificador




Uno de los elementos indispensables en una noche como esta es el fuego que emana de las cientos de hogueras repartidas por la arena obra de los bañistas. Construcciones efímeras compuestas por palés y troncos de madera, entre otros materiales, que pasadas las doce de la noche, ya en la madrugada del día 24, iluminan la costa cual conjunto de faros para atraer la magia de las meigas, pedir los deseos de este año y quemar, con su llama purificadora, todo aquello que se quiere dejar atrás.




Altares de fuego, las hogueras, que podían verse apagados y adornados con múltiples motivos, como Nemo u Olaf, de Frozen; a última hora de la tarde mientras las familias y grupos de amigos comían, reían y disfrutaban de la arena y el mar junto al delicioso olor que desprendían los manjares que, a golpe de carbón, se cocinaban en las barbacoas.




Gotas de magia




Parte de la magia de esta noche reside en el cruce de la tradición y los sentimientos que se dan cita en la arena, iluminados por la candela de las fogatas y bañados por el azul del Mar Mediterráneo.


Festividad de San Juan que, de manera extraoficial, recibe al verano y que cientos de almerienses utilizan para ‘recargar el alma’ de buenas vibraciones. Algo que es posible gracias al buen ambiente que se respira, humo incluido; al escenario con música instalado y a la labor policial, que vela para que el resto disfruten.



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