La historia de ‘Yago’ emociona a un Museo de la Guitarra lleno

Pocas veces la presentación de un libro completa el aforo de un espacio con capacidad para unas 200 personas y deja a gente a las puertas. Para que ocurra no sólo es necesario que el título en cuestión sea bueno, que lo era. Se tienen que dar otra serie de factores: que los autores cuenten con cierto reconocimiento, cada uno en su ámbito, que se hayan movido en las redes sociales y en su entorno, que jueguen en casa y que su regreso a las librerías se haya hecho esperar. 

Todos estos ingredientes confluyen en ‘Yago’, el segundo álbum ilustrado de María Jesús y Antonio Lorente. Quizá eso explique el éxito de asistencia a su puesta de largo este fin de semana en el Museo de la Guitarra de Almería. Ni el hecho de que fuera sábado eclipsó el poder de convocatoria de estos hermanos de El Alquián: ella profesora del Colegio La Salle y escritora y él, artista gráfico e ilustrador.

Su debut a cuatro manos en el mundo editorial (Antonio ya había colaborado en otras publicaciones) se produjo en diciembre de 2015, hace sólo diez meses, con ‘La princesa aburrida’. Una autoedición que nació como un proyecto familiar y que superó las expectativas más optimistas: fue finalista de los Premios Argaria que concede el Gremio de Libreros y se ha traducido al inglés y al rumano. En definitiva, el volumen dejó ganas de más.

Y ese más es ‘Yago’, una historia de aventuras, un canto a la rebeldía y a la libertad, una oda al mundo interior de los niños en la que se plasman vivencias de los padres de la criatura y la faceta de educadora de María Jesús que, entre líneas, cuestiona qué es la normalidad o si deben los padres guiar a sus hijos hacia el camino de lo que no se considera extraño o fuera de lo común.

El encuentro del sábado consistió en un diálogo con los Lorente conducido por la periodista de LA VOZ Marta Rodríguez, en el que también participó la editora de la obra, Vicenta Sánchez, del sello barcelonés Meracovia. A lo largo del mismo, los protagonistas de la velada ofrecieron pinceladas de lo que será su próximo proyecto: un álbum ilustrado dirigido ya a un público adulto y relacionado con genios del siglo XX que Antonio, que acaba de volver de Londres, desarrollará gracias a una beca del Centro de Creación Contemporánea Matadero-Madrid. 

La actuación de la bailarina Cristina Samaniego, que se metió en la piel de uno de los personajes de ‘Yago’, la gitanilla fantasma, y el sorteo de tres ilustraciones marcaron la nota de distinción de un acto que se prolongó hasta la noche tras una larga firma de ejemplares.