’Guía sentimental de una ciudad’, nuevo libro de Eduardo D. Vicente

Es un itinerario por una ciudad que ya no existe. O si existe es muy difícil de encontrar. Es un recorrido a lo largo de lugares vividos por generaciones de niños que crecieron jugando en las calles y en los barrios. Calles y barrios que desaparecieron de un plumazo por aquello que llamaban progreso dejando para siempre un poso de melancolía en quienes habían sido felices habitándolos.

Uno de esos niños que creció, melancólico, en las calles de la Almería de los años 60 es Eduardo D. Vicente. El periodista y escritor faltó el año pasado a su cita anual con los lectores por una buena razón: ya estaba preparando su libro más ambicioso hasta la fecha, ‘Guía sentimental de una ciudad’. Una obra que, al contrario que las cuatro anteriores, no está basada en sus contraportadas diarias en LA VOZ. Son 344 páginas de historias y fotografías totalmente inéditas. 

El volumen, que se presenta el próximo miércoles 30 de noviembre a las 20.30 horas en el Teatro Apolo, rescata aquella ciudad de finales de los 60 que era “crepuscular” porque, “por un lado, iba muriendo y, por otro, anunciaba lo que aquí se llamó la modernidad”. 

“Es un regreso a los lugares de nuestra infancia cuando las calles eran territorios habitables y en los barrios todo el mundo se conocía, a diferencia de lo que ocurre hoy, cuando te cruzas con un vecino por el pasillo y estás deseando meterte en tu casa pues no sabes qué decirle”, apunta el autor.

Barrios
Publicado por LA VOZ, el libro ‘Almería, guía sentimental de una ciudad’ discurre por zonas como La Chanca, el Cerro de San Cristóbal, Los Molinos, las plazas más representativas del centro históricos, la Carretera de Ronda, la calle de los Picos, El Zapillo o la antigua estación de tren.

A lo largo de sus páginas se retrata, por ejemplo, La Chanca de la ruptura, la de finales de los sesenta, en las que “las viejas formas de vida del barrio convivían con los nuevos tiempos y no era difícil ver una antena de televisión gigantesca al lado de una cueva”. 

“También hay un homenaje a la Almería de las salas de cine, a las grandes y majestuosas del centro de la ciudad, como el Imperial, el Reyes Católicos o el Cine Liszt, y a las humildes salas de barrio que fueron la ilusión de los niños en un tiempo en el que ir al cine era un acontecimiento mayor, unlujo que uno no se podía permitir todos los días”, explica Eduardo D. Vicente.

A través de las numerosas instantáneas que aporta la publicación -en su mayoría inéditas-, el lector reconocerá o descubrirá cómo era vivir en la calle, una ciudad donde no  reinaban los coches y unos barrios que todavía conservaban “sus colores característicos” y donde “todos los años, antes del verano, se blanqueaban y pintaban las fachadas”.  
En el itinerario en sepia y en color por esa Almería olvidada vuelven a subir sus persianas comercios ya cerrados de la calle de las Tiendas y el Paseo y, con ellos, “toda la vida que se generaba alrededor en una época en que uno de los alicientes  era ver los escaparates de las cosas que no siempre se podían comprar: que lo mismo eran las medias lunas de una confitería que los juguetes que cada Navidad abarrotaban La Giralda”. 

Personajes
‘Almería, guía sentimental de una ciudad’, que sale a la venta al precio de 15 euros el 1 de diciembre en librerías y quioscos de prensa, recupera a personajes como el hombre del saco, que no era uno, sino muchos: todos los vagabundos que recogían la chatarra y la ropa que nadie quería con los que las madres metían miedo a sus hijos. 
El proyecto no sólo bebe de la memoria de Eduardo D. Vicente y su familia, que regentaba una tienda de comestibles junto al Ayuntamiento. En él también palpitan las pequeñas vidas de una red de colaboradores granjeada a lo largo de décadas de oficio. El oficio de contar historias.

344 páginas y más de 200 fotografías
El nuevo libro de Eduardo del Pino es el fruto de más de dos años de trabajo que han dejado una obra donde destacan las más de doscientas fotografías que se reparten a lo largo de 344  páginas. Se trata de fotos, la mayoría inéditas, que recogen el alma de aquella Almería de la década de los años sesenta que estaba sufriendo una irreparable transformación. Para respetar la calidad de las imágenes, tanto en blanco y negro como en color, el libro ha sido impreso en el sistema de cuatricromía, respetando la esencia de las fotografías.