La sangre de los mártires no va contra nadie

Adolfo González Montes, obispo de Almería, hizo especial hincapié durante la presentación de la ceremonia del 25 de marzo que “la sangre de los mártires no va en contra de nadie”. “Al contrario”, dijo, “es pacificadora, reconciliadora”.

En este sentido, recordó que la Iglesia “no beatifica a los de un bando en contienda o enfrentamiento bélico frente a los de otro”, algo que “está excluido de principio”. “Un mártir es aquél a quien se le arrebata la vida en razón de su fe, no de su militancia política. Los mártires no son caídos, que lo hicieron noblemente en uno u otro bando según sus ideas en una situación de guerra civil”.

Así, los 115 mártires de Almería de la causa que encabeza el deán José Álvarez-Benavides y de la Torre, al igual que los mártires del siglo XX en España, “no estaban implicados en política, no empuñaron las armas y no eran de ninguno de los dos bandos en contienda”. 

“Sin embargo, murieron en razón de la fe que confesaban, ya fueran religiosos o religiosas, sacerdotes, cristianos que rezaban el rosario o miembros de la adoración nocturna”.

Durante la rueda de prensa, el prelado de Almería reseñó que ha de evitarse “cualquier evaluación de carácter político por la que se quiera identificar a lo mártires con los caídos en uno u otro bando” de la Guerra Civil. 

Persecución
También recordó que la persecución religiosa “sigue siendo una crudelísima realidad” en el mundo actual. “Y el cristianismo sigue estando especialmente perseguido”. 

La causa de los Mártires de Almería está formada por 115 mártires. 20 son laicos, de los que 18 son hombres jóvenes o padres de familia y dos mujeres, una de ellas gitana (Emilia Fernández, de Tíjola, primer mujer de esta etnia que será beatificada) además de 95 sacerdotes, de los que 92 eran sacerdotes diocesanos, uno franciscano y dos operarios diocesanos.

Todos ellos naturales de Almería y su diócesis o residentes dentro de los límites actuales de su territorio en el tiempo de la persecución religiosa en la que fueron martirizados, desde julio de 1936 a enero de 1939.