Lleva seis años repartiendo ilusión por Almería. Un tiempo en el que sus clientes han acabado por convertirse en su familia. Porque aunque su trabajo consiste en vender cupones y juegos de la ONCE, su labor va más allá: ya sea por su barrio, Piedras Redondas, donde se le puede ver por las mañanas, o en el quiosco junto al Carrefour, donde está por las tardes, Nicolás Vázquez Fernández (Almería, 1986) es como ese amigo siempre dispuesto a escuchar delante de un café. Con una sonrisa que ayuda a romper, aunque sea por un rato, la rutina del día a día.
Ahora, su excelente rendimiento comercial y sus valores humanos han convertido a Nicolás en “mejor vendedor del año” en su zona (Almería, Granada y Jaén). Un reconocimiento que le llena de orgullo y gracias al cual viajará en las próximas semanas a la ciudad de la Alhambra y a Madrid para recibir el aplauso de la Organización Nacional de Ciegos de España.
“El premio significa que has vendido bien pero además que eres compañero de tus compañeros”, relata antes de comenzar la segunda parte de su jornada laboral. Cuando el día concluya habrá pasado “once o doce horas” fuera de su hogar. Así es desde que su padre sufrió un ictus y se puso a trabajar a destajo para que entrara dinero en casa. “Ese esfuerzo es el que ahora me ha llevado a ser el mejor vendedor del año”, asegura satisfecho por la meta alcanzada pero sin que haya en su voz ni en sus gestos un ápice de arrogancia.
Esa humildad se palpa cuando se deshace en elogios hacia los gestores comerciales que ha tenido en este tiempo y que, de alguna manera, también han contribuido a su éxito. “A los tres les tengo que dar las gracias. El primero fue Paco Samper, quien me ayudó a dar los primeros pasos en la ONCE. Luego llegó Manuel Viezma, al que tengo mucho cariño: me ayudó en momentos difíciles, cuando necesitaba mejorar ventas y supo motivarme para que cada día fuera mejor que el anterior. Y ahora tengo a Antonio Modera, alguien que está demostrando que está conmigo y me defiende a muerte”.
Su falta de visión es de nacimiento. Y cada cierto tiempo se acentúa algo más. “Cuando empecé en la ONCE hace seis años tenía una discapacidad del 75 por ciento y ahora va por el 82”. En su ojo izquierdo tiene un 90 por ciento de ceguera y un 85 en el derecho. “Nunca he visto bien; es como quien nace sin un brazo, que no sabe cómo es valerse con dos. Tengo la baja visión muy trabajada y solo te das cuenta si te tiras todo un día conmigo”.
Nicolás Vázquez defenderá durante 2017 su título de vendedor del año como mejor sabe hacer: trabajando sin descanso y siendo un cómplice para su clientela. Aunque su mejor premio está en casa, donde comparte su felicidad con su esposa y sus dos hijas, de siete y un año de edad.
Un apasionado del judo y del dominó
Según destaca la web de la ONCE, Nicolás Vázquez, afiliado y vendedor desde 2010, participa “con entusiasmo” en todo lo que la organización lleva a cabo en Almería. Ha practicado judo –llegó a competir en los Campeonatos de España de la ONCE- y le gusta el dominó. Sus compañeros lo consideran una persona muy responsable y trabajadora.
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